Un hombre de nacionalidad marroquí ha cruzado el espigón de la zona norte de Ceuta, Benzú, a primera hora de la tarde de este miércoles. Esta práctica es ya habitual entre los marroquíes que tratan de volver a sus hogares tras casi medio año bloqueados en nuestra ciudad tras el cierre de la frontera. En esta ocasión, ha sorteado el espigón a nado, aprovechando las buenas condiciones climáticas que presenta el día.
Según las imágenes a las que ha tenido acceso este periódico, el súbdito marroquí habría cruzado a pesar de la presencia de patrullas de la Guardia Civil en una zona que ha obligado a prestar más atención a las fuerzas de seguridad tras los continuos episodios de nacionales del reino alauita que se lanzan al agua para nadar hasta la localidad de Beliones.
Se cuentan por decenas las personas que han efectuado estos intentos, la mayoría con éxito, de regresar a tierras marroquíes, hecho que se facilita debido a la pequeña cantidad de metros que hay que superar desde la playa pegada al espigón.
Una forma de poner fin a una reclusión forzada por el cierre de fronteras marroquí y española como medida para poner fin a la expansión del coronavirus que se remonta a los días 13 (Marruecos) y 16 (España) del pasado marzo, y que dejó varados a cientos de nacionales del país vecino.
La huida de este miércoles se suma al más de medio centenar de compatriotas que también lo han logrado y que ya están de vuelta en el reino. Pero el cruce a nado no es la única manera, ni mucho menos: las imágenes de marroquíes corriendo por la playa del Tarajal hasta alcanzar el otro espigón, o la vía de las motos de agua que los recogen y los llevan de vuelta también se han convertido en recurrentes. Todo con el fin de volver a casa y acabar con la incógnita de cuándo abrirá la frontera y podrán volver a reunirse con sus familias.