La Asociación de Tropa y Marinería Española (Atme), con representación en Ceuta, ha anunciado que el Boletín de Defensa ha publicado recientemente la Orden Ministerial que establece las nuevas plantillas de militares de tropa y marinería (cabos mayores, cabo 1º y cabos) para el período 2025-2029. En uno de sus anexos se detalla la plantilla correspondiente al personal con una relación de carácter permanente.
De acuerdo con el contenido del boletín, se prevé que el número de plazas destinadas a acceder a esta relación de servicios permanentes sufra una disminución. Esta perspectiva contrasta notablemente con las convocatorias realizadas entre 2021 y 2024, donde se ofertaron alrededor de 1.000 plazas anuales.
La posible reducción de plazas podría estar motivada por la percepción del Ministerio de Defensa de que las plantillas permanentes han alcanzado su "máxima cobertura", lo que generará inquietud entre aquellos que buscan estabilidad laboral en el sector.
Inquietud entre los militares
El número exacto de plazas anuales que se convocarán todavía se mantiene incierto. Además del aumento anual previsto en la plantilla, será fundamental tener en cuenta las plazas que queden vacantes por bajas en el servicio activo durante el citado periodo. A pesar de que el proyecto de Real Decreto para 2025 regula la provisión de plazas para las Fuerzas Armadas y la escala de oficiales de la Guardia Civil, se mantiene el cupo de 1.000 plazas.
Sin embargo, se prevé que, especialmente a partir de las convocatorias de 2027 y 2028, la reducción de plazas pueda ser significativa, lo que plantea serias preocupaciones para el futuro de muchos.
La situación no solo impacta a los que aspiran a posiciones permanentes, sino que también puede desincentivar la participación en las convocatorias de ascenso a cabo y cabo primero dentro de cada escala. A pesar de las expectativas de progresión profesional, el limitado aumento salarial y la mayor responsabilidad que conlleva este ascenso no parecen ser lo suficientemente atractivos para muchos.
Este escenario puede llevar a una menor motivación entre los soldados para buscar estas oportunidades de ascenso, lo que afectaría a la moral y a la estructura de las Fuerzas Armadas.
La Asociación de Tropa y Marinería Española ha estado al frente de la lucha por los derechos y la mejora de las condiciones laborales de los militares de tropa y marinería. Desde hace años, la organización reclama un cambio estructural significativo en el ámbito militar. En su visión, es imperativo abandonar los “parches milagrosos” que no abordan las raíces del problema y avanzar hacia la aprobación de una Ley Integral de la Carrera Militar.
Esta nueva normativa debería unificar las diversas legislaciones existentes que rigen la carrera militar, ofreciendo un modelo que resulte atractivo y sostenible para los militares de tropa y marinería. Atme enfatiza que es necesario eliminar la temporalidad en el empleo militar y actualizar los salarios, dado que muchos de estos profesionales son considerados los peor remunerados dentro de la administración pública en España.
En este contexto, la falta de una estrategia a largo plazo y la incertidumbre en el número de plazas permanentes podría tener un efecto desalentador en el reclutamiento y la retención de talento dentro de las Fuerzas Armadas. La continuidad de la reducción de plazas y la precariedad en las condiciones laborales podría hacer que muchos jóvenes reconsideren su decisión de unirse a las filas del ejército, en un momento en que hay que mantener una fuerza militar sólida.
Los próximos años serán cruciales para el desarrollo de las Fuerzas Armadas españolas. Las decisiones que tome el Ministerio de Defensa no solo influirán en las dinámicas internas de las instituciones militares, sino que también afectarán a los militares.
Ejército, pan para hoy, hambre para mañana…