El Comité contra la tortura de las Naciones Unidas (CAT) ha recibido seis nuevas denuncias este mes contra Marruecos por torturas a prisioneros condenados tras los sucesos de Gdeim Izik de 2010, donde más de 20.000 saharauis se manifestaron contra la opresión marroquí, informaron este martes fuentes de la querella.
Los abogados de los prisioneros, apoyados por la Liga por la Protección de los Prisioneros Políticos Saharauis (LPPS), piden la liberación de todas las personas condenadas sobre la base de "confesiones obtenidas bajo tortura", según un comunicado de prensa emitido este martes por la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH).
Las nuevas denuncias reclaman la excarcelación de seis defensores de los derechos humanos saharauis, miembros del Grupo de prisioneros políticos de Gdeim Izik: Mohamed Boutenguiza, Abdellahi Lakhfaouni, Sidi Ahmed Lemjiyed, Ahmed Sbai, Adbelahi Toubali y El Houssein Zaoui.
Los seis demandantes permanecen detenidos desde hace 12 años “en condiciones inhumanas y degradantes” y recibieron condenas definitivas en 2017 del Tribunal de Apelación de Rabat que oscilan entre los 20 años y la cadena perpetua, explicó la FIDH en el comunicado.
Estos saharauis piden ahora al CAT investigar los tratos sufridos tanto durante sus detenciones como durante su encarcelación.
Las protestas de octubre de 2010 ocurridas en las proximidades de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, dieron lugar al establecimiento del llamado “campamento de la libertad y la dignidad de Gdeim Izik”, que fue violentamente desmantelado por las fuerzas de seguridad de Marruecos un mes después.
En marzo de 2013, 25 militantes políticos y defensores de derechos humanos fueron condenados por el Tribunal Militar de las Fuerzas Armadas Reales a penas de entre 20 años a cadena perpetua por las protestas de Gdeim Izik, basándose en testimonios obtenidos bajo tortura; según los denunciantes.
De ellos, 19 todavía permanecen encarcelados.
Marruecos ha recibido ya dos condenas del CAT por actos de tortura contra miembros del grupo de Gdeim Izik, la última en 2022, pero se niega a obedecer las decisiones del organismo de la ONU.
La FIDH insta a Rabat a “respetar las decisiones del Comité contra la tortura y liberar a los prisioneros de Gdeim Izik”, y señala que “la adhesión a las convenciones internacionales de protección de derechos humanos no puede ser una simple operación de comunicación de Marruecos para blanquear su imagen internacional”.
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