Nuevas condiciones para los transfronterizos: el gobierno marroquí, en silencio

Tras la apertura del paso de Ceuta y Melilla a la circulación de personas el 17 de mayo, el Ministerio del Interior español anunció el paso a los marroquíes legalmente reconocidos, pero esta vez, facilitando un visado específico. Decisión unilateral o bilateral, este enfoque fue rechazado categóricamente por los trabajadores que todavía esperan una reacción del gobierno marroquí.

Esta reapertura, prevista para el 31 de mayo, para los trabajadores marroquíes legalmente reconocidos no es incondicional. Si bien llevaban más de 20 años acostumbrados a acceder a los dos enclaves a través de una tarjeta de trabajo profesional, que caducaba en 2020, esta categoría de trabajadores ahora debe solicitar un visado específico para acceder a ellos. Y el proceso no es tan fácil.

Si las autoridades españolas, en particular el Ministerio del Interior, han explicado bien el asunto en un comunicado de prensa, las autoridades marroquíes han marcado un silencio ensordecedor que preocupa a los cerca de 3.600 trabajadores legales marroquíes en Ceuta y Melilla. Estos últimos tuvieron una situación difícil durante los dos años de cierre y bloqueo por la pandemia y la crisis diplomática entre Rabat y Madrid.

“A partir del martes 31 de mayo podrán entrar en territorio español por estos mismos trámites los trabajadores fronterizos legalmente reconocidos, así como aquellos que, por la caducidad de la tarjeta que les acredite como tales, hayan obtenido un visado específico para Ceuta y Melilla”, se puede leer en la nota de prensa del Ministerio del Interior español.

Así, el lunes 23 de mayo se inició la presentación de solicitudes de visado en los consulados de Tetuán y Melilla. Los inscritos en las listas facilitadas por los servicios de extranjería de los dos enclaves fueron citados para concertar una cita a una hora determinada del mediodía (entre las 12:30 y las 13:45) del lunes (40 citas/día), antes de presentarse el martes con la documentación solicitada (pasaporte, autorización o prórroga de trabajo, fotos, etc.). Se eliminan las tasas de visa que eran 826 dirhams, quedan otros pasos por hacer antes de pisar el suelo de las sillas.

Se trata pues de tener un permiso de trabajo dado de alta o pendiente de alta en la seguridad social y sin TIE (documento o “tarjeta de identidad objetivo de extranjero”). Salvo que la mayoría de los trabajadores ya no tienen permiso ni contrato de trabajo y todavía tienen que acceder a los dos enclaves, ya sea para buscar un nuevo trabajo, o para recuperar su dinero de su cuenta bancaria y arreglar su situación con sus antiguos empleadores para tomar aprovechando su antigüedad de 20 años y más, dice Chakib Marouane, secretario general de trabajadores con permiso de trabajo en Ceuta afiliado a la Unión Marroquí de Trabajadores (UMT).

Entre los 3.600 trabajadores marroquíes legales, solo unos pocos, 300 en total, podrán disponer de su visado para acceder a los dos enclaves. Durante el estallido de la pandemia y el cierre de fronteras, algunos empresarios continuaron pagando las cotizaciones a la seguridad social de sus empleados marroquíes, mientras que la gran mayoría dejó de hacerlo. Así, y sin seguridad social, los aproximadamente 3.300 trabajadores legales no podrán solicitar visado”, explica Chakib Marouane.

Ante esta situación, los representantes de los trabajadores con permiso de trabajo de las ciudades de Ceuta y Melilla llamaron a todas las puertas. El gobierno aún no ha reaccionado ante esta imposición de visado por parte de las autoridades de los dos enclaves.

En una entrevista anterior, Chakib Marouane nos dijo que los trabajadores legales iban a ir a Ceuta con sus pasaportes y tarjetas profesionales caducadas, para intentar llegar al otro lado de la frontera. En caso de negativa, se planeó una sentada.

Pero ante la indiferencia del gobierno ante este tema y no querer ser visto como “alborotadores”, Chakib Marouane descarta la posibilidad de organizar una sentada frente al puesto fronterizo.

“Nuestra imagen y la de nuestro país es más importante para nosotros que cualquier otra cosa. No buscamos conflicto. Estos trabajadores solo quieren retomar su trabajo, interrumpido por la pandemia, o incluso acudir a las ciudades autónomas para regularizar su situación e intentar recuperar la antigüedad y retirar el dinero que han ahorrado durante años. Si no se nos permite el acceso el 31 de mayo con nuestras tarjetas profesionales, hablaremos con la prensa que estará presente en el lugar para explicar nuevamente nuestra situación”, nos dice, esperando que el gobierno marroquí les proporcione respuestas y sobre todo, soluciones.