La Ciudad sigue buscando nuevos espacios para acoger menores después de que se decidiera no utilizar el antiguo hospital militar para tal fin. Un informe elaborado por los técnicos de Fomento cifraba en más de 4 meses el tiempo que debe durar la obra necesaria para que este lugar sea habitable. Eso sin contar el enorme desembolso económico que iba a suponer. La alternativa ha quedado descartada, como también el empleo de acuartelamientos que Defensa tiene en desuso porque el Ministerio no ha querido ceder los mismos.
La búsqueda de naves y su adaptación es la línea en la que se basa el gobierno local para intentar reubicar a los menores evitando situaciones indeseadas. Una nave no es el espacio idóneo para un menor, pero sí sirve de recurso temporal con la ubicación de módulos prefabricados.
Con algo más de 500 menores acogidos y el siempre temido repunte, hay que actuar de inmediato para disponer de recursos suficientes ante la crisis suscitada por la entrada de adolescentes a nado. Solo en el mes de agosto se han producido 300 entradas y más de cien en 15 días.
Las alternativas puestas encima de la mesa no han fructificado en una salida idónea y rápida que se ajuste a la emergencia que se está viviendo.