Nueva York (II)

Dije que volvería y así fue. En Diciembre del  2.011 estuve nuevamente en la “ciudad de los rascacielos “, en MANHATTAN. En el 2010 crucé el “Puente de Brooklyn”, (según dicen, quien lo cruza, vuelve a NUEVA YORK, y yo lo crucé). Esta  ciudad, esta isla, gusta o no. A los que realmente no les atrae la idea de viajar allí, que no lo hagan, pero se pierden una aventura maravillosa. Es la “ciudad del asfalto”, pero también llena de Humanidad. Es fácil decir que los americanos -los neoyorkinos - , son muy de su ciudad, y así es, pero son gente amable, educada y te ayudan en lo que pueden si tú pides ayuda, amén de la policía, gente también amable y simpática. Será por aquello de que después del fatídico 11-S en el 2001, la gente cambió el “chip”.
Realmente, me encuentro a gusto en esta ciudad. Es una de las más fáciles para recorrer con sus avenidas cruzadas con sus calles, esas  cuadrículas que hacen de MANHATTAN una ciudad asequible sin pérdida alguna. La “Avenida Broadway”, que cruza la isla de Sur a Norte, nos sirve de referencia para orientarnos.
Como ya he dicho, quizás el ataque terrorista del 11- S, marcara para siempre la vida de los neoyorkinos. Fue duro, muy duro lo que ocurrió allí, pero la gente ha sabido hacer frente y resurgir de las cenizas con optimismo y esperanza. Son gente llana y alegre y con inmensas ganas de vivir.
En medio de toda aquella mole de rascacielos, se mueve una Humanidad con sus alegrías, sus deseos, sus esperanzas. Y no cejan en el intento de “ser cada día”. La verdad es que tengo que decir que es mi ciudad preferida para viajar y fotografiar con esos contrastes que tanto me gustan, disfrutar de espectáculos, conciertos, museos, comer, tomar cafés…, y sobre todo, dialogar con su gente. Es algo muy importante en todo viaje, ya que es lo que  realmente te enriquece. Yo antes, pensaba que los museos eran más importantes y dejaba a un lado el aspecto humano. Pero los muchos viajes, la vida misma, me han enseñado que la cultura, el arte, son importantes, pero la gente, el pueblo, también lo es y hay que darles su sitio.
Maravilloso el “Central Park”, en el que puedes estar un día entero y no lo puedes ver totalmente. Hay que dedicarle al menos tres visitas. Es un remanso de paz, y allí, los domingos, los neoyorkinos disfrutan al máximo, amén de que todos los días te ves gente haciendo “footing”, montando en bicicleta, yendo en patinete…, muchos acompañados de sus perros; también disfrutan durante el invierno, de la pista helada de patinaje. Por supuesto, el día 8 de Diciembre, aniversario de la muerte de JOHN LENNON, “exbeatle”, me acerqué al sendero “Strawberry Fields”, inaugurado poco después de su asesinato, por su viuda YOKO ONO y colaboradores. Muchas especies arbóreas (en realidad se trata de un jardín) y un enorme mosaico en el suelo donde figura  la palabra “IMAGINE” (tema musical pacifista de Lennon), son el lugar apropiado para que cada año lo recuerden. Multitud de personas congregadas allí entonan  canciones de “Los Beatles” y por supuesto  de Lennon. En el mosaico, suelen dejar muñecos de peluche, fotos, recortes de periódicos, dedicatorias, velas, flores, sándalos…, todo para recordar al “exbeatle”. Es emocionante ya que es un icono y realmente, después  de 31 años, se le sigue recordando con cariño.
El “Central Park” es el pulmón de la ciudad y verdaderamente es una delicia pasear por todos  lados. Cuando atardece en MANHATTAN, hay una bonita panorámica de los rascacielos iluminados silueteados en el horizonte. Uno puede soñar despierto con todo esto. Las “calesas” tiradas por cabellos no paran de pasar con gente a bordo, maravillados por lo que van viendo. Un “Metropolitan Museum” por la parte Este de este inmenso parque, requiere una visita, pero hay que llenarse de paciencia. El tiempo pasado allí puede ser agotador ya que requiere muchas horas. Hay que elegir lo que uno desea ver realmente.
“Times Square” es un lugar emblemático en NUEVA YORK. En esta plaza desembocan y convergen la “Avenida Broadway” y la “7ª Avenida” (donde yo me alojaba).No pasa desapercibida ya que es punto de encuentro de muchos neoyorkinos y visitantes. Es aquí donde despiden el Año Viejo y reciben el Año Nuevo con fiesta, alegría y jolgorio, como lo es en Londres “Trafalgar Square” o en Madrid en la “Puerta del Sol”. Irremediablemente tomas el  rumbo que tomes, casi siempre terminas desembocando en la “Times” (antiguamente estuvo alojada aquí la sede del “New York Times”, de ahí el nombre de la plaza).
Sin ninguna programación y yendo como yo iba, por libre, el 10 de Diciembre, y sobre las 7 de la tarde, me encontraba en “Times Square”. Una infinidad de hombres y mujeres  vestidos de “Papa Noël” alegraban la plaza que ya de por sí está repleta: subidos en la escalinata desde la cual se ve todo “Times”, cantaban villancicos y el “Feliz Navidad” en castellano se oía por doquier. Yo me uní a ellos con las consiguientes fotos, y se escuchaban el famoso: “Oe, oe, oe, oe, oe, oe” y “España, España” cuando les dije que era del “Real Madrid”. Al rato, la policía con semblante tranquilo y a través de altavoces, pedía desalojar la zona. Me extrañó, pero la explicación me la dieron después: “Muchos estudiantes aprovechan estos momentos para reivindicar sus derechos y puede haber bronca”.
Las luces de neón, los anuncios publicitarios, las propagandas de los teatros…, son la característica de “Times Square”, la plaza más fotografiada de NUEVA YORK.
La famosa “calle 42” que antaño fuera lugar de prostitución y de malas compañías, no muy recomendable pasar por ella, sobre todo de noche, cambió automáticamente, cuando el famosos ex alcalde GIULANI (que desempeñó un buen papel cuando la caída de las “Torres Gemelas”) puso mano dura en estas zonas, amén de otros como HARLEM y en el BRONX, convirtiéndoles en lugares más tranquilos para ser visitados. Es maravilloso volver a asistir a una “misa góspel” donde ver y escuchar esos maravillosos coros cantando “espirituales”. La “voz negra”, para mi gusto, no podrá ser superada por otras (como amante del JAZZ que soy). Este evento tiene lugar los domingos.
No puedo dejar de nombrar el “Hotel Pensylvania”, mi cuartel general cada vez que vaya a NUEVA YORK. Lo recomiendo. Yo no lo sabía, pero leyendo algunas cosas sobre MANHATTAN, quedé informada de que durante los años 30-40 se alojaban en aquél las grandes orquestas de JAZZ, como es el caso de GLENN MILLER con su banda. A este hotel le compuso un tema llamado “5-600”. El “Pennsylvania” se halla situado en la “7ª Avenida” cruce con la “32 Street”. Enfrente está situada la famosa “estación de tren del mismo nombre y una gran parada de taxis. Muy cerca del famoso estadio cubierto “Madison Square Garden” al que hay que realizar una visita. Allí se viven grandes emociones, en conciertos, partidos de baloncesto de la NBA, hockey sobre hielo… A pocos metros, se encuentra la enorme oficina de correos. Sin pérdida, el famoso “ Empire State” a 3 o 4 minutos del “hotel”, hoy por hoy, el rascacielos más alto de la ciudad. En el año 2010, durante dos o tres días, éste se terminó con los colores rojos y amarillo de la bandera española, ya que nuestro país ganó el “mundial de fútbol” en Sudáfrica. Decididamente sé, que aquel “Pennsylvania” es mi hotel en NUEVA YORK.
NUEVA YORK es una ciudad muy visitada por todo tipo de turistas. El mes de Diciembre de 2011, pude comprobar que había muchísimos españoles, bien debido al “puente” de la Inmaculada o que realmente iban a pasar las fiestas de Navidad allí.
Por un momento, creí perder la noción de donde me encontraba, creyendo estar en Madrid o Barcelona. El castellano está muy extendido y no te encuentras con problemas de comunicación.
Conviene recorrerla a pie, si se tienen los suficientes días. Es como realmente se la disfruta; aunque también se debe coger el metro alguna vez por aquello de probarlo. La “ Grand Station” es inmensa, de allí parten y vuelven infinidad de metros al día; recorrerla en su interior es una delicia por la gran cantidad de tiendas y restaurantes.
Ver como cae la tarde en MANHATTAN es un gustazo por la diversidad de colores y reflejos. La fotografía adquiere aquí un gran papel, y si hay niebla, el contraste de imágenes resulta espectacular.
La famosa “Avenida Broadway” se llena de luces multicolores anunciando en los letreros luminosos las funciones teatrales para asistir a algunos de ellos. ¡Yo vi 7 musicales!, por nombrar algunos, “El Rey León”, “La Familia Monster”, “Chicago”… No me resistía estar en NUEVA YORK  y dejar de visitar estos “palacios de la música”. Los teatros siempre están a tope e incluso entre semanas. Después, y si te apetece, entras en algunos de los muchísimos restaurantes con los que cuenta la ciudad. Un día lo hice en el “Sardis”, un delicioso lugar donde los artistas noveles o aficionados, después de las actuaciones, llenan el local. Allí hay muchos retratos pintados de estos desconocidos, pero también figuran 2, de Antonio Banderas, y Melania Griffith. Recomiendo este lugar. A pocos metros, se encuentra el “Restaurant” y “sala de fiestas” SMITT`S, donde John Lennon acudía algunas veces, después de sus grabaciones.
De visita obligada, y si es en invierno, mejor, es acudir al “ Rockefeller Center”, centro emblemático, siempre lleno de gente. En Navidad colocan un árbol de Navidad inmenso, con sus múltiples luces de colores, presidiendo su recoleta plaza, donde Prometeo se asoma a su pista de patinaje, en invierno, la “Lover Place” convertida en terraza de verano durante esta época. Las máquinas fotográficas no paran de dispararse como otros de los lugares más fotografiados. No puedo dejar de de nombra al “Intrepid” un portaviones de la 2ª Guerra Mundial, en su tiempo el más grande del mundo. Atracado en la “Bahía de Hudson” y visitable todos los días. A mi me pareció muy interesante por todo lo que se refleja en su interior, en proyecciones y fotografías para dar una imagen real de lo que fue. No hice caso de lo que mi guía de viaje (libro) decía, que no era interesante su visita; la última mañana estuve en MANHATTAN, antes de volver a España, ni corta ni perezosa, me fui hasta la 12ª Avenida con la calle 48. Una vez en el barco, no tuve más remedio que recordar a nuestro querido TONY de la CRUZ AGUSTÍ, quien a buen seguro me había dicho aquello de: “Hermy, hazme un buen reportaje”, como ya lo hiciera en el conocido “Dédalo”, cuando estuve en NUEVA ORLEANS.
No termina aquí mi semblante sobre la “ciudad de los rascacielos”. Ahora he vuelto en  Diciembre de 2012, y recorrí en primer lugar lo que es el “DOWTOWN” (Sur de Manhattan) para poder plasmar nuevamente mis vivencias allí y así terminar de escribir mi “Trilogía de NUEVA YORK”.
¡Hasta pronto!