Tara es una
perrita que estaba en la calle cuando una compañera de trabajo de María José la salvó, aunque para su nueva dueña ambas se han salvado mutuamente. Esta historia no es la de cualquier rescate normal, sino que va mucho más allá. FaroTV se la cuenta.
Todo comienza cuando una
enfermera,
encargada de ir a los domicilios en la barriada Príncipe Alfonso, encontró a Tara. Aunque ese primer momento fue un mal trago para ambas. Pilar, compañera de María José, vio a unos niños pegando y dándole patadas a esta cachorrita de unos cinco meses de edad. Pero no se achantó ni lo dudó un momento: cogió al animal y lo metió en su coche.
“Al acercarse al animalito lo primero que este hizo fue meterse debajo de un coche. Entonces Pilar tuvo que arrastrarse debajo del vehículo, tirar de su cuerpecito y la montó en su coche. Y lo primero que hizo fue dejarla en su casa y continuar los domicilios. Ya cuando acabó su trabajo preguntó por el WhatsApp de toda la Enfermería quién se podía quedar con ella y decidí quedármela”, recuerda María José Rodríguez Alberola.
María José tiene otros dos gatos y otra perrita que también encontró herida en la calle
Ya en casa se dio cuenta de que tenía fracturado el fémur y, tras valorarla el veterinario de la clínica Morey, tendrán que operarla el lunes de la semana que viene.
María José, que la cuida como no la cuidaron sus anteriores dueños abandonándola a su suerte, no duda en destacar su carácter: es una perra buena y valiente, aunque ahora está muy amedrentada y asustada. No se sabe cuánto tiempo ha podido estar deambulando por las
calles de Ceuta tras abandonarla, pero lo cierto es que cuando se la encontraron estaba en muy malas condiciones físicas y víctima de la incomprensión de algunos incívicos que la maltrataban.
“Conmigo lleva 48 horas y se ha adaptado bien, lo que no quiere es que en cuanto abro la puerta ella no hace intención de venirse conmigo a la calle. Tiene muchísimo miedo a la calle y a los espacios abiertos, pero en casa está genial. Come bien, duerme toda la noche y es buenísima. Ella se ve que necesita cariño porque lo ha pasado muy mal y ya está”, continuó.
Esta vecina de Ceuta, de 59 años, vive sola desde que sus hijos se fueron de casa hace unos ocho. Fue entonces, cuando también se encontró en la calle con una pata herida a Cora, que será hermana ahora de Tara. En su hogar ya tiene dos perritas y dos gatas, una de ellas también de la calle.
Pero nada es imposible en esta vida en la que ninguna vale más que otra. María José y sus compañeros sanitarios del centro de salud del Tarajal, además de dejarse la piel cada día en su trabajo, también han demostrado su buen corazón y solidaridad con esta perrita y entre todos van a pagar la intervención para que Tara vuelva a ser la de antes y vuelva a estar sana.
Ahora empieza una nueva vida para Tara gracias a que alguien paró su coche, decidió cogerla y darle el calor de un hogar para siempre. Una lección para muchos y un milagro que ojalá se repita con muchos más animales víctimas del abandono y del maltrato. Pero también una nueva vida para María José. Cuando se jubile, su sueño pasa por comprar una casa en un pequeño pueblo de Almería o Granada que tenga patio para que sus animales estén más a gusto. Juntas ahora lucharán para salir adelante. El nombre de Tara se le ha puesto en homenaje al centro de salud.