Casi 800 ciudadanos españoles y residentes en nuestro país han zarpado en la tarde de este miércoles desde el puerto internacional de
Tánger-Med hacia Algeciras. Tras más de tres meses y medio
fuera de sus hogares, estos 773 ciudadanos y 211 vehículos a bordo regresan a casa en un nuevo
barco especial operado por Baleària y organizado por la Embajada española en Marruecos. En salidas extraordinarias anteriores, también han viajado a bordo personas de Ceuta. Se trata del duodécimo barco de repatriación que sale desde Tánger para traer de vuelta a España tanto a ciudadanos españoles como a marroquíes residentes en nuestro país, que se han desplazado con sus coches o a pie a primera hora de la mañana hasta el puerto de Tánger, en cuyos accesos se han formado colas desde bien temprano. Al igual que en los anteriores, el 22 y 28 de mayo, el 3, 4, 10, 11, 17, 18, 26 y 27 de junio y 1 de julio este ferri tenía previsto salir a las 14.00 horas (horario marroquí), aunque lo ha hecho con una hora y 50 minutos de retraso, y la llegada a Algeciras será sobre las 20.00 horas. Dentro del barco, además de los trabajadores, la cartelería recordaba a los pasajeros la obligatoriedad de llevar en todo momento la mascarilla puesta y mantener las distancias de seguridad. Además, antes de acceder al ferri se les ha tomado a todos la temperatura y les han hecho rellenar un formulario sobre su estado de salud.
Historias que regresan a España
Bilal Aliouat es un marroquí de 32 años residente en nuestro país desde hace 17 años, y este jueves “si todo va bien” volverá a su casa en Madrid. Viajó el pasado 8 de marzo en coche y después en un ferri a la inversa que el de hoy: desde Algeciras a Tánger, donde viven sus padres. “Vine para visitar a mi padre que estaba enfermo. Bajé por dos días y aquí me quedé cuatro meses”, comenta. Aunque ya está “más tranquilo” al estar dentro del barco no le ha sido fácil poder volver a España. Era uno de los que iba a viajar el pasado lunes en uno de los barcos franceses. “Me mandaron el email el domingo para viajar el lunes y me vine hasta el puerto de Tánger-Med, pero tuve un problema. Como tenía el pasaporte caducado, no me dejaron pasar y me tuve que volver a casa de mis padres”, cuenta. Hoy ya sí que ha podido embarcar en el ferri. “Renové el pasaporte, que ha tardado dos días y me quejé a la compañía. Entonces, me dieron un billete abierto y me llamaron esta mañana y me vine corriendo. He venido con el coche a 200 kilómetros por hora porque he salido a la una y he llegado aquí a las dos y diez o así”, ha continuado, tras lo que ha denunciado que “hay gente que se está aprovechando y están habiendo sobornos”. Está “un poco más relajado” que días anteriores porque “parece que todo se va solucionando”, pero confiesa que en estos meses atrapado en Marruecos ha perdido “muchos trabajos porque me estaban llamado de todos lados”. Además, ha asegurado que “no podía aguantar más porque tengo la casa allí en Madrid y estoy pagando el alquiler y todo y estoy en paro”, concluyó. Salah Edine es un marroquí de 22 años residente en España, concretamente en Canarias, de los que también ha subido al barco. Viajó con su madre a finales de febrero a Marruecos. Desde entonces han estado atrapados en su pueblo de nacimiento, aunque “tranquilos porque aquí aún no hay ningún positivo”. “En total han sido cuatro meses y cinco días”, comenta. En estos casi cuatro meses no ha parado de llamar y mandar emails a la Embajada de España en Marruecos. Mandó el formulario para los dos aviones que partieron hacia España y también ha enviado varios formularios para volver junto a su madre en los barcos anteriores, aunque no fue hasta el domingo cuando le llamaron para poder volver en el ferri de este jueves.