Leer y ver en el periódico las nuevas instalaciones de entrada hacia Marruecos dan mucho que hablar. Lo primero que vemos en ella es la preocupación del Reino alauita de desviar las protestas de sus habitantes, y más concretamente a los que tenían la boca y el estómago lleno de los emolumentos que les deportaba el contrabando con la ciudad autónoma de Ceuta. Esos que siguen manifestándose al otro lado de la frontera. Por un solo motivo, el económico. Ya no hay nada al otro lado.
El dinero de reserva ha volado después del año del cierre fronterizo. Los de este lado tienen muchos parientes en el otro lado y saben que hay que mandarles giros regularmente. Se vende todo para poder sobrevivir. Los cortes de luz son a diario. Están como se dice a dos velas. Las promesas de su gobierno en hacer una zona franca para traer mercancía de Tánger son una quimera. De vez en cuando las escaVadoras mueven un poco la tierra para que se observe movimiento. Pero la verdad, que se hace para que el populacho no salga a la calle a protestar. Pero deben de hacerlo.
Se están muriendo de hambre y del corona virus. Es una situación insostenible. Se sabe que la apertura de la verja será cuando Marruecos quiera. Y no antes, ni después. La diplomacia española ha demostrado que sabe bajarse los pantalones. Pero no una, sino mil veces. Todas las protestas se dice que están promovidas por los empresarios españoles. Pero aunque haya algo de verdad, la miseria también tiene su lado fuerte en todo este mar revuelto. Se rumorea que ya se está fraguando una apertura. Pero con restricciones.
Y es que con la que está cayendo habría que poner un poco de cordura a una eventual apertura. Vendrán a resarcirse de las pérdidas. Y como es lógico, no se conformarán con poco como ahora. Querrán dinero fácil. Luego imaginen. Drogas, prostitución, pillaje. Será el aumento de la delincuencia. Además de una subida de los casos de la pandemia. Mucho riesgo para pocos beneficios. Yo pienso en plantarme y seguir viviendo con lo que tenemos. Aunque veamos los cierres de negocios relacionados con las marcas de ropas que el principal mercado era el de los súbditos marroquíes. Para nuestro mercado era y es mucha variedad. Y ya conocemos que nos gusta buscar las cosas fuera de nuestra querida ciudad.
Y mira que últimamente nuestras autoridades se han dado cuenta y han intentado promover las ventas en nuestra ciudad con esos descuentos, que aunque hayan agotado los bonos, pero no se ha visto esa claridad en el consumo. Producto de trabajar en Ceuta, pero vivir en la península. Vamos que estamos viendo un mundo a parte.
El único que fantasía la apertura es usted !! Marruecos no quiere más casos de los que tiene de. COVID ! Además las mismas palabras se decían de Tánger med y mira como es ahora ! Tú queda a ver cómo se les dará salida a esta gente de castillejos y de esta zona franca saldrá adelante su obra ! A ver cómo vas a vivir tú cuando acaben los ertes !