El dúo madrileño Pereza actuará esta noche en las Murallas Reales ofreciendo uno de los conciertos de su gira ‘Aviones’. ‘El Faro’ habló con Rubén Pozo, la mitad de la banda, sobre el rock y sus caminos. El grupo madrileño Pereza aterrizará esta noche en el escenario del patio de armas de las Murallas Reales para ofrecer un concierto con motivo del Día de la Autonomía. El espectáculo está encuadrado dentro de su gira aviones, que está triunfando por medio mundo. Este show será una oportunidad única para que el público ceutí disfrute de la que posiblemente sea la mejor banda de rock español del momento que, además, se encuentra en pleno estado de gracia tras su colaboración en los discos de Sabina y Calamaro. Rubén Pozo, la mitad de Pereza junto a Leiva, habló con ‘El Faro’ sobre la banda madrileña.
–Llegan a Ceuta en el marco de una gira que les ha llevado por España, Sudamérica y medio mundo. ¿Se puede decir que son ustedes unos animales de escenario totalmente?
–Bueno, la verdad es que eso es lo que más nos gusta. Salir a las tablas, deshacernos de todas las inhibiciones y partir la pana. Nos gusta el directo y nos encanta salir al escenario a vacilar un poco.
–Entonces es como una terapia para ustedes...
–Claro, aunque hacer canciones también es como una terapia para nosotros. Compartirlas luego en el directo con el público es una experiencia liberadora. Yo pienso que una banda de rock&roll tiene que dar siempre la talla encima de los escenarios.
–Esta serie de conciertos que llega ahora hasta Ceuta comenzó en la ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué en Argentina?
–Porque nos apetecía. Estamos acudiendo bastantes veces a Buenos Aires y realmente nos apetecía y teníamos la oportunidad de tocar en un teatro magnífico, el Metropolitan, y era algo de lo que teníamos muchas ganas. No hay otra razón más profunda.
–¿Qué tiene el público argentino que a los artistas os gusta tanto?
–Es un público muy efusivo, que se deja llevar mucho y que va a los conciertos dándolo todo. Tocar para el público argentino es una experiencia total y resulta increíble su forma de vivir los conciertos. Es un poco como la pasión que tienen con el fútbol. Se dejan la piel. Ellos saben que la noche que salen de concierto va a ser una noche muy especial seguro.
–Su relación con Buenos Aires comenzó con la experiencia 'Laboratorio Ñ', en la que colaboraron con varios artistas como Quique González y Amaral...
–Ese fue el primer viaje que hicimos como Pereza a Buenos Aires y allí vivimos muy buenas experiencias rodeados de artistas como ellos. Tuvimos un momento de mucha comunión musical, grabamos todos juntos e incluso llegamos a componer todos con todos. A parte, fraguamos unas amistades muy buenas y duraderas. Con todos ellos hemos tenido nuestros momentos y creo que todo lo que hacemos ahora se basa en la amistad que nos une y en que ellos lo hacen de puta madre. Siempre es un placer encontrarte en este mundillo a gente que tiene tus mismas inquietudes y que pasan los mismos malos tragos y alegrías que tú. Lo cierto es que hay una sensación de gremio cuando nos encontramos con esta gente.
–Siempre es muy recurrente decir que el rock en España está en decadencia. ¿Usted qué opina?
–Yo no lo veo en crisis. Lo cierto es que creo que hay propuestas muy interesantes a nivel de discos y de grupos. Quizá lo que está en crisis sea la industria discográfica, porque lo que es la cabeza y el corazón de los artistas no lo está.
–Justo antes de su último disco (Aviones) sacaron al mercado 'Baires', un proyecto multidisciplinar sin precedentes en España grabado en Argentina...
–Queríamos documentar lo que es una banda abriéndose paso en un país distinto al suyo de origen. Era un poco como mostrar las cosas por las que tiene que pasar. Los sinsabores y las alegrías. Reflejar un poco cómo va la gente a los conciertos. Nuestra intención era hacer una especie de ‘road movie’. Por otro lado, junto con el documental iba un libro de fotos y unas grabaciones que hicimos en Argentina. Algunas de estas grabaciones están hechas en los estudios Cielito, que fue donde se desarrolló el ‘Laboratorio Ñ’. Nos parecía divertido y enriquecedor.
–Su intención era reflejar cómo se abre camino un grupo en un país diferente, pero ustedes iban muy recomendados porque han trabajado con Sabina y Andrés Calamaro, que son dos artistas adoradísimos allí...
–Es cierto. Sabina es un dios, una religión en Argentina, Calamaro es uno de los más grandes allí y también hemos colaborado con Fito Páez, con Ariel Rot, con los Ratones Paranoicos. Nos gusta contactar con gente que está en las mismas que nosotros y compartir buenos momentos. Como decía antes, se trata de hacer gremio y amistades.
–Hablando de gente con la que han colaborado, precisamente ustedes comenzaron en 1999 haciendo versiones de Leño. ¿No han pensado nunca en hacer algo con Rosendo Mercado?
–(Risas) Nos llamábamos ‘Sodoma y Gomorra’ y lo pasábamos genial. Realmente comenzamos a hacer canciones propias porque nos pulimos todas las de Leño y veíamos que teníamos química entre nosotros. Esa química tocando en directo se trasladó a la composición y decidimos aprovechar la ocasión. En cuanto a lo de colaborar con Rosendo, nosotros sí hicimos una cosita en un disco de homenaje a Leño, donde tocamos una canción junto con Burning, y ellos estaban por allí por el estudio. Fue una cosa un tanto antológica poder estar con los tres componentes de Leño, que fueron los que realmente prendieron la mecha de Pereza y de todo esto que es el rock en España. Lo cierto es que estaría muy bien tocar con Rosendo porque él me parece que está entre los tres mejores guitarristas de España.
–Ya que lo plantea, ¿cuáles serían esos tres mejores guitarristas de España?
–Como acabo de decir Rosendo sería uno de esos tres. Otro podría ser quizá Ariel (Rot), que es argentino pero lo cuento como español porque lleva muchos años aquí, y el siguiente lo dejó ahí en el aire, en interrogación, a gusto del consumidor. (Risas).
–A nivel de composición está ganando mucho peso como excelente autor José Ignacio Lapido (ex-091). ¿Cree que es ahora mismo el mejor compositor de España?
–Lapido es un gran autor. Nosotros somos muy fan de un disco suyo que se llama ‘Cartografía’. Me parece que es un disco de estos cuyas canciones son redondas de la primera a la última. Es una maravilla. Aunque debo admitir que para mí, personalmente, el número uno sigue siendo Sabina. Creo que nadie se ha acercado a su nivel en todos estos años que él lleva componiendo.
–Al principio de la entrevista me decía que los conciertos eran algo muy divertido. ¿Componer es igual?
–Componer es a veces muy fácil y a veces muy difícil. En ocasiones te sale una canción en quince minutos y otras veces tardas quince meses. Se trata de un proceso muy trabajoso y que en muchas ocasiones tiene un alto porcentaje de magia. La cosa es que la inspiración te pille trabajando con la guitarra, el bolígrafo y el papel delante. Se trata de un trabajo diario picando piedra. Muchos días no consigues nada y otros te salen muchas cosas del tirón. Todo este trabajo instrospectivo es importante airearlo con el directo. Los temas los trabajas mucho en la intimidad, a puerta cerrada, pero es muy bonito sacarlos fuera, compartirlos y que dejen de ser algo tuyo para pasar a formar parte de la gente que viene a verte.
–Entre vuestros referentes están los Rollings Stones y Bob Dylan, pero para mí destacan los Burning, Leño, Tequila e incluso Los Rodríguez. No hay muchos artistas que hablen de influencias en castellano con facilidad...
–Creo que cualquier artista de pop-rock le debería rendir pleitesía a los Burning, a Los Rodríguez, Los Ronaldos, a Radio Futura, y a Joaquín Sabina. Ellos son los papis de todo esto y no se puede dar un paso sin tenerlos presente en nuestra mente.
–En este sentido, los americanos se empeñan en etiquetar a los artistas españoles como rock latino. Personalmente pienso que el rock español es otra cosa distinta. ¿Cree que la etiqueta de los americanos es justa?
–Las etiquetas no dejan de ser etiquetas, aunque es cierto que cuando alguien habla de rock latino parece que está refiriéndose a una música que se hace con congas y en el que la gente canta: ¡Asucar! Eso no es. Yo también creo que hay un rock español al igual que hay un rock argentino, un rock anglosajón e incluso un rock americano. El rock es el rock y luego está la pincelada de cada lugar de residencia. Es evidente que el rock en sí es un invento americano que comenzó con el blues de los negros y que fue derivando hacia otras cosas. Su raíz es anglosajona, pero hemos demostrado que se pueden hacer buenas canciones en otros idiomas, en este caso en castellano, y esa es nuestra pelea diaria, hacer buenas canciones de rock creíbles en nuestro propio idioma.
–Ustedes serían un poco como los Rollings Stones españoles por varios motivos. Entre ellos porque han grabado con el productor Nigel Walker (Dylan, Aerosmith, Tom Petty...) y con el guitarrista Mick Taylor, que también grabó con sus satánicas majestades...
–Lo de los Rollings Stones españoles se nos queda un poco grande. Hemos tenido la suerte de trabajar con Taylor que fue guitarrista de los Stones en los años 70. En nuestra carrera como músicos este ha sido uno de nuestros topes. A pesar de ello considero que la etiqueta se nos queda muy grande. Nosotros no somos los Rollings, somos Pereza.
–También les debo comparar con Paul McCartney porque en sus discos suelen tocar casi todos los instrumentos, al igual que el ex-Beatles...
–Bueno, McCartney también se nos queda muy grande. Él es el niño prodigio de la música pop. Es un talento especial. Un artista que da cada muchísimos años y que se nos queda enorme. Es un artista irrepetible tanto a nivel compositivo, como instrumental y vocal. Es un monstruo, es increíble que siga cantando ‘Helter Skelter’ sin despeinarse a sus más de sesenta años. Es un extraterrestre. Se me agotan los adjetivos para un genio de su talla.
–Aunque usted lo niegue Pereza ya es una leyenda de nuestra música porque aunque desaparecieran mañana habrían dejado una herencia imborrable. ¿Cuál es su meta en el mundo musical?
–Pues seguir haciendo canciones que emocionen e ir hilando más fino en la composición cada vez, haciendo buenos directos y siempre mejorar, no estancarse. Lo suyo es tirar para adelante y desarrollándote como músico.
–Ustedes se han reconocido admiradores del flamenco, especialmente su compañero Leiva. ¿Qué hay de flamenco en el rock y de rock en el flamenco?
–El flamenco para mí son palabras mayores. Hay grupos de rock con una pasión que se puede comparar con el sentimiento de los flamencos. En este estilo de música está el gran Camarón, que es un McCartney en lo suyo, un icono de la música. Lo de los instrumentistas flamencos, tocaores, guitarristas y cantaores me parece una cosa muy especial, algo estratosférico. El rock y el flamenco son muy diferentes. El flamenco quizá se asemeje más al blues porque es un estilo que sirve como raíz para muchas otras músicas. Entonces, si el blues y el flamenco se parecen, y el rock viene del blues... algo tiene que haber, aunque creo que son cosas muy distintas.
Aviones, un disco enorme y una gira llena de éxitos y triunfos
Su último álbum hasta el momento salió a la venta el día 26 de agosto entrando directo al número uno en las listas de ventas. Se trata del disco con aire más acústico y ritmo más suave. La producción del disco fue llevada por los propios Rubén y Leiva mientras que de la distribución se encarga, una vez más, Sony BMG. Tuli, miembro de la banda en el primer disco, colabora en algunas canciones de Aviones (‘Lady Madrid’, ‘Leones’ y ‘Escupe’), tocando el saxo. Hay dos colaboraciones de especial importancia: Andrés Calamaro en ‘Amelie’ y Ariel Rot en ‘Llévame al baile’.
Al disco le han seguido dos giras. Una primera por teatros y en un formato más íntimo; y otra a lo grande con grandes escenarios y multitudinaria.