Yo, María Isabel García de la Torre y Artamendi, viuda de Antonio López Fernández, inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, jefe de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta, en nombre propio, y en el de mis hijos, quiero agradecer públicamente el calor, apoyo y afecto sincero que nos han demostrado durante la enfermedad de Antonio y posterior fallecimiento:
Al delegado del Gobierno y su asesor Francisco Verdú (amigo mío, siempre te estaré agradecida), a los dos, por su gran apoyo, para que Antonio se tratara en Ceuta con el doctor Ballesteros (muchas gracias Pedro por tu cariño) y a su equipo: Rosa, Tere y Ana.
A mi jefe, Pedro Mélida Lledó, jefe superior de Policía, quien me dio todas las facilidades para poder luchar junto a mi marido.
A todos nuestros amigos. A todos los conocidos.A todas aquellas personas que nos paraban por la calle, el mercado, etcétera, dándonos su apoyo sincero. A las autoridades, civiles y militares. A mi tierra, Ceuta , que acogió a mi marido como un hijo más, donde él así lo sintió como algo suyo y orgulloso estaba de ello (y bien que la defendía).
Y por supuesto no me puedo olvidar de esas dos campeonas (Elena y Ana), enfermeras del Hospital Universitario, dos profesionales maravillosas, que pasaron y lucharon junto a mi y mis hijos en la peor noche de mi vida (gracias de corazón). A Paco Marfil, director de Sanitas y amigo, que nos dio todas las facilidades, apoyo y cariño en tan duro trance. Y por último, a los integrantes de su Brigada, hombres y mujeres, a quienes tanto les exigía y a la vez amparaba, personas y profesionales maravillosos que sé que no sólo han perdido a un jefe...
Por todo ello, siempre estaré agradecida.
Mi marido se ha ido orgulloso.
Que Dios os bendiga.
Maribel