Se habla mucho del derecho a la vida, pero poco o nada se habla del derecho a la muerte. La mayoría de los países del mundo no permiten la eutanasia asistida, es decir, niegan el derecho a una muerte digna a toda aquella persona que libremente elija poner fin a su vida, bien porque esté en una fase terminal en la que solo le espera sufrir de dolor, estar padecer cualquier enfermedad grave que implique estar todo el día sufriendo de dolor, etc. El derecho a una muerte digna debería estar reconocido como un derecho universal. Nadie debería poder quitarnos ese derecho. En España hace más de 40 años que murió el dictador Franco, el cual se hizo con el mando del país por medio de las armas y forzando que media España estuviese en guerra con la otra media más de tres años. En esta guerra miles de españoles perdieron la vida, muchos de ellos fueron fusilados por orden del dictador y sus compinches por el solo hecho de haberse mantenidos fieles al gobierno que había salido legítimamente de las urnas: la República. Que en todos esos años que mandaba el dictador no se consiguiese que se implantara la eutanasia asistida, hasta cierto punto es “normal”, pues era la iglesia la que estaba dando un gran apoyo al dictador, y la iglesia, así como la inmensa mayoría de religiones, no quieren reconocer el derecho a una muerte digna y programada a través de la eutanasia. Lo que ya no creo que sea tan normal, es que después de más de 40 años de la muerte del dictador no haya habido ningún partido político de los que han gobernado hasta ahora que haya abierto un debate serio sobre este tema y haya implantado la eutanasia asistida para todas aquellas personas que la soliciten y cumplan los requisitos que se deban cumplir. Hay poco países, aunque cada vez son más, los que tienen regulada la eutanasia. En dicha regulación nada queda al azar y todo está muy bien especificado para que prácticamente sea imposible que haya errores. No permiten la eutanasia en el caso que el solicitante no cumpla con todos los requisitos que se necesitan. Uno de esos requisitos es verificar que la persona que la solicita esté convencida totalmente de lo que va a hacer, así como los motivos por los que la solicita. Se ve que hasta ahora hemos estado gobernados por políticos que dejan mucho que desear, y que tanto la izquierda como la derecha no han querido saber nada de este tema que pone nerviosos a los sectores más “conservadores” como son la iglesia y otras las religiones, así como a los que se creen amos de todo, incluso de la vida y muerte de los demás. ¿Cuántos años más habrá que esperar para que en España exista el derecho a la eutanasia asistida para aquellas personas que la necesiten y quieran hacer uso de ella? La muerte es algo de lo que no se habla, casi nadie quiere saber nada, pero indudablemente más tarde o más temprano a todos nos llega. No hay cultura de la muerte, no nos enseñan nada sobre la muerte, de ahí que vayamos por el mundo queriéndonoslo comer, malgastando nuestro tiempo de vida en hacernos unos esclavos del trabajo para tener más y más objetos, aunque las mayoría de ellos no los necesitemos para nada. Estoy seguro que si fuésemos conscientes de que en cualquier momento podemos morir, valoraríamos mucho más el tiempo y no lo emplearíamos tanto para querer aparentar más. Y tampoco para trabajar jornadas interminables para acumular bienes materiales que la mayoría de las veces no nos sirven de nada y se quedarán aquí el día que nos llegue nuestro fin.