Categorías: Sociedad

“Normalizar el dariya no tendría gran efecto en el ámbito de la educación”

Hanna Mohamed-Hammadi. Doctora en Estudios Árabes e islámicos. l Esta tarde a las 19:00 el Centro Cultural Al Idrissi acoge una ponencia con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna en la que la experta tetuaní analizará el tema
Paloma López Cortina ceuta
Tetuaní de padres y abuelos españoles, se considera “un punto de encuentro entre dos civilizaciones: una de profundas raíces en la historia, que es la árabe islámica, y otra es la civilización occidental contemporánea”. Licenciada en Filología Hispánica y con un máster en el departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, y un doctorado en Estudios árabes e islámicos en la Universidad de Córdoba, Hanna Mohamed-Hamadi imparte hoy una conferencia invitada por el centro Cultural Al Idrissi.
– ¿Cuál es la situación que atraviesa el árabe ceutí?
–Primero tenemos que distinguir entre la lengua árabe fusha y la dariya ceutí que es la misma dariya que se habla en Marruecos excepto meras diferencias que hay en algunas zonas. La dariya es un dialecto muy sencillo y limitado que se usa, hasta el momento, para la comunicación, y que no se ha elevado, ni en su estructura ni en su historia, al nivel que le permita asumir la tarea de edificar una civilización. Puedo llamar la atención sobre el hecho de que los que hablan la dariya ceutí les une un vínculo sentimental con el árabe clásico fusha más fuerte del que les une con el dialecto ceutí debido a que son de religión islámica, y el islam en todas sus dimensiones se fundamenta en la lengua árabe clásica.
–¿Cree que debe ser cooficial?
–Con todo mi respeto hacia la dariya ceutí, porque forma parte de mi ser y constituye el medio que me ayuda a comunicarme con centenares de ciudadanos, creo que proclamarla como lengua cooficial no tendría gran efecto en el ámbito de la investigación, de la educación, del conocimiento ni de la traducción, y el fruto de ello se quedaría limitado a la formación de la gente para la comunicación diaria. Quizás la normalización de dicho dialecto llevaría a una tranquilidad psicológica para los que lo hablan cuando vean que los que son sólo hispanoparlantes son capaces de comunicarse con ellos en su propio dialecto, pero sería una comunicación limitada para solucionar unos problemas concretos, cosa a la que no presto mucha atención a pesar de su importancia.
–Cómo investigadora del mundo árabe contemporáneo ¿qué es lo que más le preocupa al respecto?
–Lo que preocupa a todos los investigadores y estudiosos del asunto árabe: cómo se puede llegar a hacer real una estabilidad social, política y económica en el mundo árabe, porque la situación es muy grave, pues la zona árabe es un lugar muy sensible desde el punto de vista geográfico y demográfico  donde la población joven representa un porcentaje muy elevado, además de los recursos naturales extraordinarios de los que dispone dicha zona. Y si tomamos en consideración la dificultad de poder distinguir entre el mundo árabe y el mundo islámico puesto que el vínculo que une entre los árabes como musulmanes y los demás pueblos, también, como musulmanes en Indonesia, Malasia, Afganistán, Pakistán, Kazajistán, Ucrania y otros es un vínculo, más bien de credo y de destino; por lo tanto cualquier sacudida, disturbios o problemas que afectan al mundo árabe, llega su eco a todas las partes del mundo, allá donde hay musulmanes. Los lazos religiosos, psicológicos, espirituales e intelectuales entre los musulmanes son únicos, y muy difíciles de parar, romper o sofocar.
–¿Occidente puede ayudar?
–Quizás la oportunidad histórica permita, hoy en día, que Occidente asuma la responsabilidad de comunicarse con los pueblos árabes, prestándoles ayuda y apoyo para que puedan salir de sus crisis y liberarse del yugo del despotismo, de la pobreza, del hambre, del paro, de la ignorancia y del analfabetismo. Creo que la estabilidad en el mundo árabe forma parte de la estabilidad en el mundo, pues éste no conocerá estabilidad alguna en el futuro si rechaza la zona árabe conservando la visión que tiene de ella como subordinada o como una huerta cuyas riquezas recoge para su propio provecho. El peligro reside, hoy por hoy, en el hecho de que Occidente no se determine, se enmascare y sea egoísta ante el mundo árabe.
–¿Qué puede aportar el mundo árabe al mundo occidental y viceversa?
–Si respetáramos los pactos internacionales que fueron decretados por las Naciones Unidas no tendríamos necesidad de plantearnos esta pregunta. Las generaciones anteriores que tuvieron que vivir las experiencias de la Primera y Segunda Guerra Mundial y la experiencia del colonialismo nos legó una atarazana de leyes en el ámbito político, económico y social capaz de proporcionarnos las condiciones de la estabilidad, tan anhelada, y de mejora de las relaciones internacionales, pero el error se da cuando la parte más potente supera todos los límites para imponer su opinión, su teoría, su punto de vista y su dominio. Esto fue lo que hizo EEUU en Iraq, en Afganistán, y anteriormente en Líbano, y lo que está haciendo Francia, actualmente, en Mali, y lo que está sucediendo en Palestina: excesos, infracciones legislativas, fundamentales cuyos resultados son sangre, destrucción…etc.
–¿Qué propone como solución a los conflictos y a esta incomprensión entre las partes?
–Los choques y los conflictos no tienen lugar sino cuando se omite la sabiduría,  el conocimiento, la aproximación, el diálogo y el reconocimiento mutuos son inexistentes, sin necesidad de que haya un fuerte y un débil, un blanco y un negro, sino el ser humano y sólo el ser humano. Durante nuestro paso por este mundo debemos saber cómo vivir y cómo convivir, saber que la diversidad es una verdad y que la pluralidad está presente en todo, que de lo que hablo no son sólo ideas sino una fe y  una convicción de mi corazón y de todo mi ser. Pienso que hay realidades que la persona moderna ha perdido, las que tienen que ver con el sentido de su existencia en este mundo y sobre esta tierra, la verdad sobre su destino. La visión materialista consumista es la que llevó a este caos brutal que hay en el mundo. Todos quieren tener, consumir y dominar en mínimo tiempo posible.
–¿Qué hacer para evitarlo?
–Todo invita a que volvamos a revisar los orígenes y los fundamentos de las filosofías en las que se cimentaron las civilizaciones occidentales que llevaron a esta desorientación, a esta inquietud y a este miedo, ya que los políticos han demostrado su fracaso en evitar estos conflictos y estos choques y siempre han estado detrás de la intensificación de los mismos ahondando las diferencias entre las civilizaciones.
–Como especialista en edición y traducción de manuscritos y textos clásicos, además del Corán, ¿qué otro texto clásico no debería dejar nadie de leer para comprender el Islam?
–El Corán es la palabra de Dios a toda la humanidad, orienta el ser humano hacia la verdad con respecto a su existencia, el sentido de la misma y su dimensión. Llama en él la disposición natural , su espíritu y le muestra los principios fundamentales a los cuáles se debe aferrar para realizar la estabilidad, la paz y la harmonía con los demás seres vivos, al lado del Corán están los hadices del Profeta, y su tradición, esto es, lo que decía, lo que hacía, cómo se comportaba y qué actitudes adoptaba, todo ello constituye un recurso para entender el Corán y tomar en consideración lo nuevo que va surgiendo en cada tiempo y comprender  que el mundo está en continuo movimiento y el ser humano también.
–Partiendo de la base que el Islam mal entendido es lo que genera el radicalismo y ese radicalismo provoca temor en el resto del mundo, es fácil terminar con el terrorismo yihadista si el mensaje que se trasmite sobre el Islam es el adecuado. ¿Dónde se encuentra entonces el problema?
–Las primeras generaciones han comprendido, de forma intachable, el islam porque lo han recibido, directamente, del gran maestro, Muhammad, paz de Dios sea con él, y han presenciado su práctica y su utilización en la administración de la política, de los asuntos sociales, económicos, intelectuales y en organización de todas las relaciones humanas; pero, desgraciadamente, en la historia de los musulmanes hubo una ruptura cuando gobernantes autoritarios se hicieron con el gobierno practicando toda clase de violaciones en los derechos de sus pueblos. Si las crisis del individuo occidental fueron provocadas por la corrupción de la iglesia y su despotismo, las del musulmán las provocaron los gobernantes. Si aquí el trasfondo de las crisis tiene que ver con la iglesia, allí es político y tiene que ver con los que administran el poder.

Entradas recientes

Feria 2024: fuegos artificiales de ensueño como broche de oro

Parece que hasta que el cielo no se llena de luces no aceptamos que la…

06/08/2024

La Federación de Voleibol prepara su XXVIII edición del Campeonato de Verano

Un año más, la playa del Chorrillo, en Ceuta, se convierte en el escenario de…

05/08/2024

Una 'petalá' a la altura de la Virgen de África

La Virgen de África ha sido arropada por cientos de ceutíes durante todo su recorrido,…

05/08/2024

El Ceuta se ve las caras con el Betis Deportivo este martes

La AD Ceuta vuelve este martes a los terrenos de juego en el segundo test…

05/08/2024

Romance a un presidente

Romance breve de una ciudad inexistente Aún sigue todavía, en la asamblea/ como si la…

05/08/2024

La Patrona reina en sus calles con el fervor de los ceutíes

La Virgen de África ha vuelto a las calles de Ceuta para vivir momentos únicos…

05/08/2024