Con las claves de “normalidad” y “tranquilidad” definía ayer el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, el desarrollo de la huelga general. Y empleaba estos términos ante la práctica ausencia de incidentes que pudieran enturbiar una jornada en la que, resaltó Chacón, había que garantizar los derechos de los huelguistas pero también los de aquellos que, libremente, optaron por no secundarla.
El delegado recordó que los piquetes habían hecho su labor, sin que su intervención “fuera más allá” de lo puramente informativo, al menos según los datos que habían llegado hasta la Delegación del Gobierno.
Según Fernández Chacón se cumplieron con todos los servicios mínimos acordados en los diferentes sectores, sin que hubiera problemas destacados salvo en el ámbito marítimo en el que hubo “una pequeña disrupción” ya que no se prestó servicio de planchista a la naviera Balearia, que había optado por no sumarse a la huelga realizando travesías. Acciona prestó dos rotaciones acordadas y FRS decidió no prestar los enlaces entre Ceuta y Algeciras.
El delegado destacó que no se habían registrado altercados y que la Policía Nacional solo intervino para ofrecer alguna recomendación a determinados piquetes informativos. En áreas como educación, sanidad, energía y electricidad no ha habido “ningún problema” y “se han cumplido el cien por cien de los servicios mínimos de la Administración General del Estado y el 85 por ciento de la Ciudad Autónoma, donde sólo hubo problemas con el transporte urbano”, aclaró, aludiendo al incumplimiento de los servicios mínimos al sacar más autocares de lo acordado.
Chacón indicó que el seguimiento a la huelga había sido “escaso” aunque optó, siguiendo la tónica del Gobierno central, por no dar cifras. En la frontera no hubo que lamentar incidencias, salvo las largas colas sufridas por los marroquíes más que todo por la falta de autobuses suficientes.