El PP ha optado por retirar los carteles de Juan Vivas que tenía colocados por distintos puntos de Ceuta. Dicen que no pedían el voto, que solo estaban aprovechando espacios contratados. Ni para dar una buena excusa están acertados. Con lo fácil que es reconocer que les han pillado con el carrito del helado por poco avispados… Pero no, van y alegan semejante sandez.
Lo decía el otro día. El PP no tiene necesidad de estar metiendo la pata cada dos por tres en una campaña oficiosa en la que se juega mucho. Si empiezan así los días previos a las jornadas oficiales en las que ya sí podrán pedir el voto, qué nos dejarán para sus momentos estelares. Miedo dan.
En Ainara parecen un pollo sin cabeza. Lo grave es que no se estén dando cuenta. Ni el PP necesita enviar comunicados que nadie entiende y que parecen hechos por un camorrista de barrio ni tampoco necesita colocar carteles antes de tiempo con la figura de Vivas cuando, sin temor a equivocarme, lo conocen hasta los niños de Primaria.
¿Hay necesidad? No. ¿Tienen mucho que perder? Bastante. Si jugamos un partido con aficionados pues al final no solo te arriesgas a perderlo sino también a salir lesionado. No hemos empezado la campaña y ya se avecina tormenta, además de la buena. Para partirse la camisa a lo Camarón mejor hacerlo con mimbres suficientes para no incurrir en estas pantomimas.
Los carteles de Juan Vivas no eran para pedir el voto, claro que no.
Desde distintos ámbitos están pidiendo una campaña limpia, yo le añadiría que sea sensata, inteligente y a la altura de lo que el ciudadano tiene que recibir.
Empezamos mal.