Los empresarios acusan a la Delegación del Gobierno de “descoordinación” y “prepotencia” y advierten de que no van a pagar “para beneficiar a empresarios extranjeros”
Plante de los empresarios del Tarajal a la situación ya de por sí enrevesada que se ha enquistado en el polígono. Acusan a la Delegación del Gobierno de “descoordinación” y “prepotencia” con ellos, actitud que, por contra, no extienden a la Ciudad Autónoma con la que, dicen, sí existe “esa coordinación”.
Ayer hubo asamblea por parte de los empresarios de La Chimenea y en los próximos días habrá más de las siguientes fases. De momento tienen claro una máxima: “No vamos a pagar seguridad privada”. Y esto es así porque, argumentan, “no aguantamos más” y no van a abonar un dinero para “beneficiar a empresarios extranjeros”. Esto no es nuevo. Si de algo se quejan muchos de los empresarios del Tarajal es de la existencia de consignas y naves que están controladas desde Marruecos y que son las que están haciendo negocio, por lo que advierten de que no van a pasar por el aro de pagar un servicio de vigilancia para que otros se beneficien.
“Nuestros clientes vienen a las diez de la mañana a comprar, no son los que están aquí a las seis de la madrugada. Están saliendo bultos de las consignas no de nuestra mercancía”, denuncian en declaraciones a El Faro. “Nosotros no estamos vendiendo nada”, lamentan, por lo que no entienden que deban asumir unos gastos para terminar abonando servicios cuando ni ellos se están beneficiando económicamente del negocio en el Tarajal.
A estas críticas se suman otras. Reniegan de una Delegación del Gobierno que, dicen, “no cuenta con nosotros para nada” y critican que esa descoordinación se extiende también a la Policía, en concreto a la UIP.
El orden que ahora impera en los polígonos no les gusta. La imagen de la Policía contemplando cómo solo los vigilantes de seguridad de la Ciudad lidian con lo que sucede en el polígono hasta que reciben órdenes de la Delegación de intervenir es, cuando menos, peligrosa porque en cualquier momento puede saltar la chispa y ser incontrolable.
Los empresarios advierten además de que han trasladado a la UIP lo que está ocurriendo en el polígono, con plantos que están amenazando a la seguridad privada si no salen sus bultos. “No han hecho nada”, critican. De hecho los plantos funcionan a la cara de todo el mundo, no se ocultan, a pesar de que hace bien poco se erigió en una figura que debía ser eliminada del polígono. Hoy trabajan.
Los empresarios ejemplifican el caos en lo ocurrido ayer en el polígono. “La UIP lo ha provocado”, advierten, “los porteadores no sabían por dónde debían salir. No han querido colaborar con los empresarios. Nosotros decíamos que no podían salir por la puerta pequeña de La Chimenea, que por ahí no podían pasar.Tomaron esa decisión y fue errónea”, denuncian, señalando que a uno de estos empresarios que se negaba a que se usara esa puerta se le amenazó con ser detenido en base a que se trataba de un asunto de orden público. “Nosotros hemos dicho que deben salir por Línea Cocina”, indican, garantizando con la presencia policial que los porteadores no bajan en tropel por el terraplén por el que hace una semana varios terminaron despeñándose lo que llevó a cambiar de ruta.
A la asamblea de La Chimenea le seguirán más, aunque de momento hay coincidencia en la idea de no pagar por un servicio que solo se les cobra a los empresarios que están con su situación regularizada, no a los que despachan mercancía a través de consignas; mercancía que llega directamente desde viviendas o sin pasar por los filtros de los demás empresarios lo que lleva a considerar el polígono como un conglomerado comercial de uso exclusivo para Marruecos.
Lo que sucede nadie lo entiende. Hay personas que están haciendo hasta tres pases por ‘Tarajal II’ y que a primera hora de la mañana ya están con sus bultos cargados sin que todavía hayan abierto los comercios de estos empresarios, lo que viene a ratificar la teoría de que están sacando los lotes que se almacenan en las consignas.
El volumen del bulto tampoco se está respetando. Si bien es cierto que el arco del paso debe garantizar que las medidas son las comprometidas, una visión superficial a los bultos que pasan viene a ratificar ese incumplimiento. “No se está contando con nosotros para nada, hay una descoordinación total”, lamentan.