Llevamos todo el mes de octubre hablando de la seguridad ciudadana y los responsables políticos y policiales aseguran hasta la extenuación que Ceuta es una ciudad, en sus cuatro puntos cardinales, sin ningún tipo de problemas en este sentido. Sin embargo, sucede que al final, el tiempo es el único juez que pone a cada uno en su sitio. Sin ir más lejos, a una distancia más bien corta de la Jefatura Superior de Policía, tres individuos armados y encapuchados entraron en un local de juego y se llevaron en pocos segundos la cantidad que se encontraba en la caja fuerte. Es un hecho delictivo que no se ha producido en la barriada Príncipe Alfonso, ni en la Barriada de San José, ni en Huerta Téllez, ni en la Almadraba, ni en los Polígonos del Tarajal, sino en pleno corazón de Ceuta, porque un sitio más céntrico es difícil encontrar.
El otro día, unas estadísticas que se dieron a conocer por parte del INE, venían a señalar que casi un 30% de los ceutíes sigue teniendo sentimiento de inseguridad en Ceuta. Estamos hablando de un tercio de la población. Pero claro, las estadísticas sirven, tanto para políticos como para profesionales de la Policía, cuando las mismas son beneficiosas para ellos, pero nunca cuando los resultados son contrarios para sus intereses. Los ceutíes asumimos que vivimos en una ciudad especial que cuenta con unos condicionantes muy extraños, con una frontera que es un coladero en todos los sentidos y un puerto que es para muchos que cruzan de manera clandestina su salida para una vida mejor en el continente europeo. Además, no olvidemos un hecho que hemos denunciado en muchas ocasiones y son los marroquíes condenados en nuestro país y que prefieren la expulsión al cumplimiento de la pena, pero que se quedan en la zona Norte, entrando con frecuencia en Ceuta. Aparte, por supuesto, la misma fauna local de delincuencia que tampoco es manca. Sin embargo, mientras que los ceutíes asumimos todas esos handicap, los políticos y los profesionales policiales, no. ¿No hay inseguridad en Ceuta?