Se hizo cargo de su puesto como superintendente de la Policía Local el pasado 5 de enero. Procedente del mundo militar, Sebastián Vega Murcia, ex coronel de Regulares, estuvo destinado en Ceuta durante dos años, como lo están actualmente sus dos hijos, ambos en la Legión. El nuevo jefe de la Policía Local explica en El Faro los retos a los que se enfrentan sus hombres y algunos de sus planes para el Cuerpo.
–Usted era militar en activo. Estaba destinado como coronel en Madrid, en el Estado Mayor de la Defensa. ¿Qué le atrajo de la convocatoria de hizo la Ciudad Autónoma de Ceuta para cubrir la plaza de superintendente? –Realmente, el reto personal y profesional que constituye para mí hacerme cargo de la Policía Local de Ceuta. Mi familia y yo teníamos un magnífico recuerdo de la ciudad de Ceuta, como así manifesté cuando me hice cargo del puesto en aquellas palabras que dirigí en el Salón del Trono. Ha sido un poco fruto de ese recuerdo, pero también de la importancia y de lo que supone para mí el hacerme cargo de esta Policía. Eso fue lo que me atrajo del puesto y de la ciudad de Ceuta, de la cual, como digo, tenemos un magnífico recuerdo .
–Ha habido muchas opiniones sobre el hecho de que alguien que viene de las Fuerzas Armadas se haga cargo de la Policía Local. ¿Usted entiende que un militar profesional, como es su caso, que ha estado en muchas misiones internacionales, tiene conocimiento suficientes de seguridad como para estar al frente de un Cuerpo de estas características? –Tenga en cuenta que no sólo se pide para la jefatura de un Cuerpo, como es la Policía Local de la Ciudad de Ceuta, un Cuerpo jerarquizado y organizado, con una estructura de mando... no sólo se pide el conocimiento policial, el conocimiento técnico. También se piden o se necesitan conocimientos de organización y de gestión de recursos humanos, materiales y económicos, que son funciones que se realizan desde esa jefatura. Además, como dice, efectivamente he tomado parte en bastantes o varias operaciones militares. Como sabe, muchas de las funciones que se realizan o realizamos en esas misiones militares cada vez se aproximan más a labores policiales.No quiero decir con ello que tenga conocimiento del mundo policial, pero para eso cuento con mi plantilla, que son profesionales perfectamente formados y que son los que me asesoran a la hora de tomar alguna decisión técnica.
–Usted tomó posesión el día 5 de enero. Había tenido oportunidad de despachar días antes con Alfonso Vega, el superintendente accidental. Una vez que lleva un mes y medio ¿qué análisis puede hacer en líneas generales del Cuerpo de la Policía Local de Ceuta? –Me reitero en aquellos comentarios que hice en mis palabra el día de la toma de posesión en los que decía que me había encontrado con un Cuerpo formado por magníficos profesionales. Me reitero en aquella percepción que había sido fruto del contacto esporádico que había tenido prácticamente a lo largo de diez días que había estado aquí en la ciudad una vez que se comunicó que iba a ser designado formalmente jefe de la Policía Local. Son profesionales con ganas de hacerlo bien. En algunos casos piden más medios. En otros casos se pide más personal para completar unidades.
Hay que tener en cuenta que la ciudad ha ido creciendo, han ido creciendo sus necesidades. Los escenarios policiales han ido avanzando, han ido modificándose. Y la estructura que tenemos en la actualidad no necesariamente responde a las necesidades que se tiene en la calle.
Son pequeños ajustes que se harán en la plantilla que serán aquéllos que pida desde dentro el propio Cuerpo.
–Hay algunos que parece que están esperando como el maná del cielo que el jefe de la Policía Local, el superintendente, presente la famosa reestructuración de la que se lleva hablando hace un año y medio. Yo sé que usted tiene una idea que se la va a presentar, si no se la ha presentado ya, al consejero y se la van a presentar al presidente. No pido que me la desvele. Es lógico que usted se deba primero a quien se tiene que deber, pero ¿qué filosofía impregna esa reestructuración? –En primer lugar, no tengo ningún inconveniente en avanzar o decir qué pretendemos desde dentro de la propia Policía. Pero, por lealtad a mis subordinados, a mis policías, no es mi estilo el avanzar a través de ningún medio de comunicación ningún tipo de información. Yo se lo digo a ellos, cara a cara o a través del conducto reglamentario para que les llegue a ellos. Pero sí le puedo decir que, para empezar, no tengo una varita mágica, ya se lo dije al presidente en su momento. Ni en la chistera traigo ningún conejo. El Cuerpo se aproxima bastante a las necesidades que tiene la ciudad, pero hay reestructuraciones que se tienen que hacer. O cambios o modificaciones que se tienen que hacer.
Está claro que ahora mismo la seguridad de la ciudad se basa en cuatro pilares fundamentales: la Unidad de Proximidad y Atención al Ciudadano, la famosa UPAC; Tráfico, que es una función que nos asigna la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; Seguridad Ciudadana, porque tenemos que complementar allí donde no llega nuestra Policía Nacional y nuestra Guardia Civil; y por último, tenemos al UIP, la unidad más especializada que va a aquellos lugares a aquellos acontecimientos que necesitan de su actuación. Esos pilares van a seguir inamovibles porque son en los que se basa la seguridad en nuestra ciudad.
–Se han perdido 30 puestos de policía en los últimos años con motivo de la crisis; la idea que tiene el Gobierno de la Ciudad es que de aquí al final de la legislatura puedan salir plazas. Usted tiene, me parece que son, unos 280 agentes en el Cuerpo, en líneas generales. ¿Va a intentar gestionar los efectivos de la mejor manera posible y sacar a gente de algunos lugares para que puedan estar en la calle? –Vamos a intentar hacer una estructura más eficiente. Cuando digo más eficientes es que responda más a estos requerimientos que tiene la ciudad. Hemos contado desde el primer momento con el apoyo del presidente a través de nuestro consejero para que aquellos puestos que deban abandonar nuestros policías sean ocupados por seguridad privada. Es una apuesta importante. La Ciudad tendrá que ver si económicamente puede afrontar ese gasto. No cabe duda de que esas funciones van a seguir necesitándose de realizar, pero no necesariamente con personal uniformado de azul. Me refiero a Policía Local.
–Usted ha dicho que la Policía Local tiene su Seguridad Ciudadana porque tiene que complementar por la ley al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil. Incluso el presidente ha ido más lejos. Ha dicho que ante la falta de medios que ahora mismo, por distintas circunstancias, tiene la Policía Nacional, va a haber un esfuerzo extra por parte de la Policía Local. Esa situación ya se está dando, la Policía Local se está implicando mucho más allá de lo que la propia ley le puede exigir. –Más allá no. Coordinándose y siempre en apoyo y a solicitud del Cuerpo Nacional de Policía. Esto se está haciendo y se lleva haciendo durante mucho tiempo. Es también una cosa patente, no lo desvelo aquí, que nuestra Policía Nacional está cada vez más implicada en fronteras, lo cual detrae medios de estar en la calle. También hay otras acciones policiales que detraen efectivos. Con lo cual, su función de seguridad ciudadana queda en algunos momentos no tan robusta como ellos quisieran y como quisiéramos nosotros. Pero para eso está la Ciudad. El presidente tiene un compromiso con sus ciudadanos y él no puede dejarlos sin atender. Tira del recurso que tiene a mano, que es su Policía Local.
¿Si es el personal adecuado o no? Sinceramente, necesitamos esa reposición de efectivos. Esperamos que en esta legislatura se complete la plantilla como así queremos todos.
–Usted me ha hablado hace un momento de necesidades que han surgido en la ciudad, distintas a las que podía haber hace cinco o seis años. El consejero ha dicho muchas veces que una de ellas es el Tarajal y toda su zona de influencia. Sé que están manteniendo reuniones con la Delegación del Gobierno para coordinar de alguna manera cuál va a ser el papel de la Policía Local cuando se abra el Tarajal II. ¿Está preparada ya la Policía Local para cuando se abra el Tarajal II en la misión que le va a tocar? –Por supuesto, porque son las funciones que nos asignan la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Estamos hablando de dirigir, coordinar y regular el tráfico en los viales que son de titularidad de la Ciudad, así como hacer cumplir las ordenanzas dentro de los polígonos. Para eso tenemos unidades perfectamente adiestradas, con conocimiento y con la ley para llevar a cabo este cometido. Sí, sí, totalmente nuestra Policía está en condiciones de ello.
–Usted es un profesional que se implica hasta extremos que quizás eran desconocidos en esta ciudad. A mí me han contado que a usted le han llegado a ver incluso hasta en operativos de noche. –Yo creo que es una cosa fundamental conocer qué es lo que hacen mis hombres. Y segundo, que ellos me sientan cerca. Además, es una cosa que, sinceramente, me sale de natural. Es un estilo de mando que está implantado en el Ejército desde hace mucho tiempo; lo que es la ejemplaridad y el estar al frente de los hombres.Creo que es lo que ellos necesitan ver y también es lo que yo necesito ver. Quiero verlos a ellos en acción. Quiero conformar mi criterio, con su ayuda, con la experiencia que ellos tienen, enseñándome ellos. Y a partir de ahí, en aquellos operativos y en aquellas circunstancias que yo considere que debían ser modificados, siempre por supuesto consultando con ellos y poniendo sobre la mesa los pros y contras, tomar mis decisiones. Pero sí, me gusta estar y además creo que es lo que corresponde.
–En la Policía Local de Ceuta se ha dicho siempre que los sindicatos siempre han tenido mucho poder. ¿Usted ha podido percibir eso? –Yo le digo que hay muchos estereotipos de esa Mili, de ese Ejército que se hablaba, poco menos que del siglo XIX. Es lo mismo en el Ejercito, del colectivo del que vengo y en el que he estado 36 años. De los cuales cinco han sido de formación, pero 31 han sido liderando hombres, y mujeres últimamente.
La primera preocupación del mando son sus subordinados, sus hombres. Son sus policías, en mi caso. Compartimos esa preocupación los sindicatos y yo. Luego, yo no veo ningún motivo de fricción entre su trabajo y mis intereses, que son, como repito, los intereses de mis hombres. Dicho esto, hasta la fecha, no puedo decir que haya encontrado ningún tipo de resistencia por parte de los sindicatos.
Yo me considero una persona transparente. No hay nada detrás de mis intenciones. No sigo ninguna directriz política, por lo tanto, creo que no tiene que haber ningún motivo de fricción entre ambos si el fin último son los intereses del policía, que, como digo, compartimos.
–¿Cómo está afrontando usted esa situación de los apedreamientos que están sufriendo los policías locales cuando van a cubrir a los bomberos y que también sufren los bomberos? –Lógicamente, me preocupa. Vivo no muy lejos del Parque de Bomberos y cada vez que oigo sonar una sirena, pienso si no nos veremos con un nuevo episodio. Como decía usted antes, he participado en algún operativo de incendios pretendiendo ver qué era ese apedreamiento, cómo se formaba. En el que participé estaba todo el mundo en su dispositivo. La Policía Nacional estaba ocupando las alturas. Los Bomberos pudieron llegar sin que hubiera ningún tipo de incidente.
Me preocupa y, sinceramente, sin quitarle importancia, porque la tiene, porque estamos jugando con el riesgo de un accidente con alguno de los policías o de los bomberos, creo que hay una labor importante por parte de los padres y educadores de estos jóvenes, si son jóvenes, o de estos adultos. Esto no es algo que pasa de una forma anónima. Esos chavales, esos jóvenes viven en un colectivo o viven en un barrio o una zona y sus vecinos lo saben. Yo creo que también es una labor del ciudadano, de esos presidentes de barriada, que pongan orden ahí. Como digo, me preocupa lógicamente y le preocupa al presidente.
–¿Qué opina cuando algún sindicato ha dicho que se necesita por parte de la Policía Local material antidisturbio para poder defenderse de estas pedradas? –Creo que es un tema muy delicado. Lo es en todas las Policías. Todavía resuenan en nuestros oídos las noticias y lo que estuvo en prensa aquel accidente, aquel triste accidente, de los Mossos d’Escuadra en Barcelona donde un pelotazo produjo la pérdida de un ojo a una chica.
Sinceramente, no creo que sea asunto el intercambiar piedras por pelotas. No, porque además entraríamos en un juego probablemente, en una provocación para eso, para intercambiar pelotas por piedras. No es una función ni creo que es un medio que redujera este tipo de acontecimientos.
Los medios antidisturbios es un tema muy delicado que la Policía utiliza de una forma muy meditada y muy medida en todos sus aspectos porque un mal uso puede provocar un accidente indeseado para todas las partes.
No se puede hablar tan alegremente de dotar de arma larga, con medios antidisturbios para tratar de paliar este tipo de incidentes. Botes de humo y pelotas no es la solución a las piedras.
–¿Le da tiempo a ver a sus hijos, que están en Ceuta destinados, en la Legión? ¿O se pasa todo el día en el cuartel? –Va a ser verme más tiempo en pantalla que en la realidad, tanto ellos como mi mujer. Estoy bastante implicado (con mi responsabilidad en la Policía Local). Yo creo que debe ser así. Estoy plenamente dedicado a ello. Las horas del día desgraciadamente son veinticuatro y no son más. Me gustaría que tuviera más para darme tiempo a hacer más cosas.
–¿Le ocurría igual cuando era coronel de Regulares? ¿También pasaba tanto tiempo en el cuartel? –No, era distinto.
–El consejero ha prometido unas obras de reforma importantes en las dependencias policiales. ¿No? –Esta semana finalmente se tuvo que cancelar por otro motivo, pero teníamos la visita de la empresa que va a acometer las obras en el edificio polifuncional. Inicialmente es para valorar cuál es el coste de las obras que se pretenden hacer. Yo creo que sí, que en el plazo de un año, esperemos que en menos, habrán finalizado esas obras de mejora.
–¿Qué le diría Sebastián Vega, superintendente de la Policía Local, al ciudadano que este domingo pueda estar leyendo esta entrevista? ¿Qué mensaje le daría usted? ¿De tranquilidad? –Sí. Me remito a las cifras que este periódico publicó hace unos días. Ceuta no es una ciudad insegura. Se ha reducido en un 6,3% el número de delitos. Pero no cabe duda de que hay circunstancias, como la proximidad de la frontera, sin querer estigmatiza a ningún colectivo, que le dan cierto aire a esta ciudad que nos hace pensar que no estamos todo lo seguros que quisiéramos.
Mando una Policía motivada, una Policía llena de profesionales con ganas de hacerlo bien y de servir al ciudadano, que es para lo que está.