Unos 100.000 niños se han visto afectados por el terremoto que sacudió la zona centro de Marruecos el viernes por la noche, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ha llamado a responder a las necesidades de los menores y a tener en cuenta que aún pueden producirse réplicas.
En total, la ONU estima que más de 300.000 personas se han visto afectadas en Marrakech y en la zona del Alto Atlas. UNICEF aún no ha podido verificar cuántos niños pueden haber perdido la vida, pero sí ha recordado que en 2022 se calculaba que la infancia representaba casi una tercera parte del conjunto de la población.
La agencia ya ha movilizado personal humanitario para apoyar la respuesta inmediata , pero ha recordado que, más allá del corto plazo, surgen otras necesidades. Así, numerosas familias se han quedado sin hogar en una época del año en que las temperaturas ya comienzan a descender drásticamente durante la noche.
Además, también han resultado dañadas instalaciones como escuelas u hospitales, lo que provocar efectos colaterales en los niños, según UNICEF.
Miles de hogares han quedado destruidos, desplazando a las familias y exponiéndolas a las temperaturas en descenso durante la noche. Escuelas, hospitales y otras instalaciones médicas y educativas han resultado dañadas o destruidas por los terremotos, lo que ha afectado aún más a los niños y niñas.
UNICEF ha proporcionado apoyo a los niños de Marruecos desde 1957, abriendo una oficina en el país en 1978, y ya ha movilizado personal humanitario para apoyar la respuesta inmediata sobre el terreno, que está siendo dirigida por el Reino de Marruecos. En estrecha coordinación con las autoridades y los aliados de las Naciones Unidas, UNICEF está preparado para seguir apoyando la respuesta humanitaria según sea necesario para llegar a los niños, niñas y familias afectados con suministros y servicios críticos.