Nervios a flor de piel, móviles apagados y guardados en las mochilas, últimos repasos antes de entrar y protección. El coronavirus y la mascarilla han marcado un año más el inicio de la Prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad (PEvAU) en Ceuta, pues desde bien temprano en las puertas del campus de la Universidad de Granada en nuestra ciudad se exigía a los estudiantes que cumpliesen las distancias de seguridad y medidas de higiene.
La primera jornada de la segunda Selectividad del coronavirus ha arrancado este martes desde pasadas las 7 de la mañana en los accesos a las instalaciones de los exámenes con los llamamientos. Unos llamamientos que este año también se han organizado por apellidos en intervalos de 10 o 15 minutos para evitar aglomeraciones.
Los grupos de amigos, que llevan semanas sin verse, se preguntaban cosas de última hora y sus profesores les deseaban suerte. Antes de empezar, la estampa a las puertas del campus era muy distinta a la de otros años: con geles hidroalcólicos y mascarillas, pero lo que no cambian son los nervios. Aunque algunos estaban tranquilos y habían descansado bien.
Bruno Lancellotti reconocía antes de entrar al aula que lo llevaba bien. “No me hace falta mucha nota y no he tenido muchos nervios por la noche la verdad. Al final la Selectividad es un resumen de Bachiller, de lo que has hecho durante todo el año. Si te has currado el año y no has tenido problema, no vas a tener problema en selectividad”, explicaba este alumno del IES Luis de Camoens que lleva “unas dos semanas y media” repasando y que quiere estudiar Criminología en la Universidad de Granada, cuya nota de corte es “sobre un ocho”.
Sin más amuletos en la mano que un bolígrafo, una botella de agua, el DNI y su mascarilla, pero con un protocolo parecido al del año pasado con los matices que ha dejado el año de convivencia con el coronavirus. La misma entrada y salida escalonada, vigilancia para impedir el acceso de los familiares a las sedes y dos diferencias principales: la mascarilla obligatoria durante todo el examen, lo que no ha sido un problema para los estudiantes que llevan todo el curso con ella puesta en clase; y la distancia de seguridad, que se ha rebajado de dos metros a metro y medio.
Ana María Martos, también alumna del IES Luis de Camoens, explicaba que todavía se le hace “un poco pesado” el tener que llevar la mascarilla todo el tiempo. “Es un poco agobiante también para respirar porque te pones nervioso, empiezas a sudar, y eso es lo malo de hacer los exámenes con mascarilla. Pero es lo que toca y llevamos ya todo el curso haciendo exámenes con mascarilla y estamos acostumbrados”, afirmaba la futura estudiante de Administración y Dirección de Empresas en el campus ceutí, a la que la nota le daba “igual porque llevo un buen curso y me piden un cinco”.
La misma pandemia que el año pasado, aunque ya más debilitada y con las normas de prevención interiorizadas, pero los mismos nervios de siempre. “La verdad que me acaban de entrar porque estaba muy tranquila hasta que me he levantado y ya me he puesto nerviosa nerviosa”, confesaba tras dar darse cuenta que aún no había sacado el DNI.
Sin embargo, las incógnitas sobre ‘qué será lo que va a caer’ no se han desvelado hasta las 8.30 horas cuando ha dado comienzo la primera prueba, de Lengua y Literatura, que contará con 90 minutos para su realización.
El COVID-19, a pesar de todo, no estaba entre las preocupaciones de los estudiantes de la PEvAU. Hoy tendrán por delante también las pruebas de Historia de España e Inglés, mientras que las optativas continuarán mañana miércoles y el jueves. Pero ya solo piensan en terminar el examen, conocer sus notas y disfrutar de las vacaciones de verano.