A principios de los años 30, en la esquina del Paseo del Revellín con Alférez Baytón, Vicente Hoyos regentaba un negocio adquirido por su padre: un antiguo café. El ‘Vicentino’, como se conocía y sigue conociéndose, contaba con una cafetería, restaurante y terraza, se convirtió en el establecimiento de moda de la ciudad. Este
negocio se fue ampliando con el paso de los años, adquiriendo nuevas instalaciones que, más tarde, serían cerradas. A finales de los 70, el negocio fue vendido a una sociedad denominada Vicentino S.A formada por varios empresarios de la ciudad, quienes trasladaron el establecimiento a la calle Alférez Baytón, donde actualmente se encuentra. Muchos han sido los ceutíes que han pasado por esta céntrica pastelería a degustar algunos de sus conocidos dulces. Esta cafetería ha ido cambiando de dueño, pero siempre ha mantenido esa esencia que lo hizo tan característico. En noviembre del pasado año, Yusef Ali tomó las riendas de este
negocio. Este joven ceutí, cliente desde siempre del ‘Vicentino’, nunca se imaginó que llegaría a formar parte de la historia de este mítico establecimiento. Con una renovación del local y de la carta, Ali ha mantenido la esencia y la tradición de este negocio: sus pasteles. “Yo siempre he sido cliente de aquí, desde pequeño. En casa siempre hemos comprado las tartas y los pasteles del ‘Vicentino’ cuando hemos tenido algún tipo de celebración” cuenta su actual dueño.
Cuando le surgió la oportunidad, este ceutí lo vio claro “por la trayectoria que tiene desde que abrió sus puertas, que estaba arriba en el Revellín”, y se hizo con el negocio que tanto le había ofrecido de pequeño. “Nos surgió la oportunidad de quedarnos con él, nos lo apropiamos y lo que hemos intentado desde ese momento ha sido darle un cambio de imagen, que se vea diferente”, señala Ali. El aspecto de esta mítica cafetería está totalmente renovado y, ahora mismo, adaptada a las nuevas medidas de seguridad establecidas para frenar los contagios por
covid. Pero Ali quiere seguir mejorando el aspecto del establecimiento, incluida su terraza. Aunque la carta se ha visto ampliada, Ali tiene muy claro que va a continuar con el legado que tiene el ‘Vicentino’ después de tantos años y al que siguen acudiendo sus clientes más fieles.
Tanto es así que su actual dueño ha mantenido la misma pastelería y las recetas que se utilizaron en sus inicios. “La pastelería sí que sigue siendo igual, la misma de toda la vida. Los pasteleros que tenemos los seguimos manteniendo, que llevan aquí 25 o 30 años trabajando. Y, al final, yo creo que aquí nuestros pasteles nos avalan”, explica. Es una forma de mantener, de alguna manera, ese legado, esa esencia que tango gustó y gusta a los ceutíes que acuden a esta cafetería. “Lo que hemos hecho ha sido mantenerlo, porque al final es lo que a la gente le gusta”, añade. Como todos los comercios de la ciudad, se ha visto afectado por las nuevas restricciones, pero ha sabido adaptarse a esta situación para seguir ofreciendo a los ceutíes los desayunos y meriendas de toda la vida y los nuevos productos con los que cuentan. Las milhojas, los dulces con las cremas específicas de este establecimiento y las ‘saras’ conviven ahora con batidos de frutas, tortas y gofres. Además de una carta dedicada al almuerzo con una oferta de bocadillos calientes, hamburguesas y sándwich.