Manuel Bernal Gordillo abre a FaroTV las puertas de su tienda y de su taller en el número 33 de la calle Real de Ceuta, que después de tantos años es casi como su casa, para mostrar toda una vida dedicada a la marquetería. Y, así, rodeado de recuerdos, repasa los comienzos de su historia en busca de un oficio que le asegurara un futuro estable.
“Yo en ningún momento me preparé ni estudié nada de enmarcación ni marquetería. De hecho, yo soy maestro industrial en la rama del metal. Entonces hace 43 años, yo era un chaval con 20 que quería comerse el mundo y empiezo a trabajar en un sitio donde a los diez días tengo un accidente laboral y sufro el corte de cuatro tendones en la mano izquierda. Mi carrera se trunca un poco, aunque seguí en esa empresa, pero empecé a aprende este mundo. Empecé como peón y terminé a los 20 años como jefe de taller. Y el siguiente paso era independizarme”, recuerda Manuel Bernal Gordillo, propietario de ‘El Taller de Marquetería’.
Aprendió rápidamente el oficio de la marquetería y decidió dejar la empresa y montar su propio taller, pero no solo, sino que tenía la ayuda de su mujer Nieves Hoyos Moreno. “Por aquel entonces ella estaba trabajando también en una empresa en la que llevaba 25 años y le dije que o se venía conmigo a la empresa o metía un empleado y se vino conmigo. Desde entonces, llevamos los dos este negocio y en ningún momento nos hemos arrepentido porque estamos muy contentos”, continuó.
Como taller de marquetería han cumplido hace unos días 23 años, aunque Manuel lleva 43 en el sector. Sin embargo, la primera tienda que montaron fue en la calle Agustina de Aragón, donde estuvieron seis años y realizaron hasta 11 exposiciones en la planta de arriba donde hicieron una galería de arte.
Hace pocos días han cumplida ya 23 años desde que abrieran las puertas de este taller
Manuel y Nieves empezaron de cero cuando había más talleres de marquetería en Ceuta. Pero abrieron el suyo propio, gracias al que se han convertido en “amigos” de sus clientes. Manuel Bernal Gordillo ha hecho de todo. Por su tienda han pasado hasta tres generaciones de familias ceutíes para enmarcar sus cuadros o comprar alguno de los artistas locales con los que cuentan en su tienda.
“El 99 por ciento de lo que vendemos es enmarcación. Si es verdad que vendemos pinturas, pero el grueso de todo es enmarcación. Trabajamos con todos los organismos oficiales de Ceuta y seguimos manteniendo nuestros clientes de toda la vida. La gente de Ceuta sigue confiando en mí”.
Uno de sus clientes fue incluso el rey emérito Juan Carlos I en un recuerdo de la ciudad que le regaló Juan Vivas en 2007. Un encargo de última hora del que se siente más orgulloso. Con la marquetería, Manuel ha tocado el cielo, pero también ha visto de cerca las crisis. “Todas estas crisis a todos nos han dado fuerte, pero aquí estamos encantados de seguir en pie. Nos queda muy poquito para la jubilación y haciendo lo que realmente nos gusta y no entiendo la vida de otra manera. Ya tenemos 42 años de experiencia”.
Pasión por su trabajo es lo que desprende este ceutí. Una pasión que no ha nublado la pandemia, de la que prefiere no hablar porque le ha tocado en lo personal. Lo importante para él es que se han mantenido porque no tienen empleados y nunca les ha faltado el trabajo. Y así esperan que siga siendo hasta que se jubilen porque su negocio nació con ellos y morirá con ellos.