Esta Navidad cada vez se parece más a la “de siempre”, la de toda la vida y va aportando ese colorido característico a la ciudad de Ceuta. Se respira el ambiente de aquellos años previos a la irrupción del coronavirus.
Los ceutíes van recuperando poco a poco lo que el covid les quitó: la ilusión, las ganas de salir a la calle, de tomar cervezas, vino y refrescos, (cada uno lo que le plazca). La cosa coge ritmo, “en busca de tiempo perdido”.
Lo notan hosteleros y hoteleros. Los primeros explican que “está todo reservado y es imposible comer o cenar sin ellas”. Pasa lo mismo con los hoteleros. El Parador lleva tiempo completo para la cena de Nochevieja: “Se nota que la gente tiene muchas ganas después de dos años complicados”, refrendan representantes del sector.
Disfrutar con precaución
Disfrutar sí, pero manteniendo ciertas medidas de seguridad para evitar males mayores.
La lista de cuestiones a tener en cuenta en materia de salud la conoce bien Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE).
“Toda persona que tenga síntomas si está mal debe mantenerse en cama. Si es algo leve tiene que llevar mascarilla y mantener la distancia suficiente, sobre todo con esos seres queridos vulnerables, como son los mayores o personas con enfermedades graves”, detalla.
Domínguez da carta blanca a las personas sin síntomas, siempre que se hayan vacunado “adecuadamente” y que “no mantengan contacto con personas enfrermas”.
Además, advierte el facultativo que las personas “vulnerables” deberían “tratar de evitar aglomeraciones” y, en caso de no ser posible “emplear mascarilla y estar vacunados de la gripe y el covid”.
El regreso del espíritu navideño
Más allá de eso, las navidades toman un cariz radicalmente diferente a las previas, cuando mucha gente no se juntaba con la familia por temor de que les ocurriera algo a sus seres más queridos, sobre todo, a los abuelos.
De hecho, muchas familias cenaron solas en las navidades pasadas. Fue duro, sobre todo, para aquellos acostumbrados a reunirse con los suyos anualmente en fechas tan señaladas.
Un periodo del calendario muy familiar, en el que gusta estar rodeado del calor de los seres queridos, ya no solo con padres y hermanos o hermanas, sino también con tíos, primos, y toda la gente con la que no se coincide a diario y que se desea ver en estos días en que “nos juntamos todos”.
Los lugares para esos encuentros varían mucho y este año todas las opciones estarán abiertas. La casa propia, la de los tíos, los abuelos e incluso celebrar la Natividad del Señor en lugares públicos. Hay familias “menos caseras” que disfrutan juntándose en restaurantes para celebrar.