Casi 3 toneladas de cocaína y cuatro armas de guerra intervenidas a un grupo de narcos que introducían droga a través del río Guadalquivir. La operación conjunta entre Policía Nacional y Guardia Civil evidencia cambios en las rutas del narcotráfico con narcolanchas que se pasan del negocio del hachís procedente de Marruecos al de la coca.
En el operativo han sido detenidas cuatro personas que utilizaban una nave en la localidad sevillana de La Puebla del Río para recepcionar y almacenar grandes cantidades de droga.
La investigación, llevada a cabo por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional, junto a la Comisaría de Dos Hermanas de Sevilla, y la Comandancia de la Guardia Civil de esa provincia, con el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico, se inició hace más de un mes cuando, gracias al trabajo de los agentes de Policía Nacional, se obtuvo información acerca de un grupo activo dedicado a la introducción y recepción de grandes cantidades de cocaína por el Río Guadalquivir.
Las tareas de investigación detectaron una zona de alijo en la zona de Isla Mayor, en concreto en uno de los caños que derivan del conocido como Brazo del Este. Este modus operandi se ha venido repitiendo en los últimos tiempos, siendo esta zona, entre las localidades de Dos Hermanas, Coria del Río y La Puebla de Río, lugares escogidos por los narcotraficantes para el almacenaje de la droga una vez introducida en territorio nacional por vía marítima.
Droga y armas de guerra
Fue en esta última localidad de la Puebla del Río donde se supo que esta organización estaba utilizando una nave para recepcionar y almacenar grandes cantidades de cocaína.
Además, la información recabada por los investigadores apuntaba a que el almacenaje y custodia de estas sustancias estaba siendo realizado por personas con entrenamiento paramilitar.
Tras varios días de indagaciones, y una vez se tuvo conocimiento de cual era la nave en concreto, durante la mañana del pasado 7 de enero, el dispositivo de vigilancia establecido en torno a la nave comenzó a observar una serie de movimientos sospechosos de vehículos y personas entrando y saliendo de ésta. Durante la vigilancia se pudo observar como un individuo salía de la nave a realizar tareas de vigilancia portando lo que parecía ser un arma de guerra tipo Kalashnikov.
La actuación judicial
Finalmente, una vez tuvieron todas las autorizaciones judiciales, y tomando extraordinarias medidas de seguridad, se procedió a la entrada y registro de la nave durante el que se arrestó a dos varones que intentaban escapar. En el interior de la nave localizaron una serie de fardos apilados en grupos de distintos tamaños, de los que habitualmente usan este tipo de organizaciones criminales para transportar la cocaína.
Además, en el suelo había dos fusiles de asalto, municionados y listos para ser utilizados, a los que se suman otras dos armas del mismo tipo localizadas en el posterior registro. Los 131 fardos incautados arrojaron un peso total de 2.883 kilogramos de cocaína.
Los tres hombres detenidos han pasado a disposición de la Autoridad Judicial correspondiente, mientras que la mujer fue puesta en libertad con cargos por parte de los investigadores atendiendo a su grado de participación en esta organización criminal.