Confeccionar un artículo, un escrito o cuatro letras y después exponerlo en un medio de comunicación, se está convirtiendo en una dificultad extrema. Tan extrema que lo que parece claro en política, es exactamente lo contrario de lo que se acordó en un principio. Todos cargan contra todos y donde hoy digo que estamos de acuerdo, mañana sale el portavoz de turno para decir que ese acuerdo no existe. Estamos o eso creo yo que, sin temor a equivocarme, los Partidos Políticos han perdido el norte y se pactan acuerdos para gobernar sin tener en cuenta que existen unos votantes a los que se les ha perdido el respeto y la consideración que se merecen, y que todo sea por agarrarse al sillón que les reportará años de mandato y posteriores pensiones.
Muchos de estos políticos de tres al cuarto no trabajarán en su vida y tendrán unos beneficios con el que los ciudadanos nunca estarán de acuerdo. Es exactamente lo contrario a lo que exigen personas con cuarenta años o más de servicio al Estado, con unas pensiones ridículas e impropias que les hace vivir acercándose a los límites de la pobreza. Es cierto que esto va en consonancia a la cotización que, en su día, pagaron por su trabajo pero que, no por eso, tienen que soportar el suplicio de malvivir. Es el motivo por el que se están creando asociaciones de jubilados y pensionistas, uniéndose para conformar partidos políticos que les lleve a poder luchar contra esta injusticia que, día a día y sin respuesta, les abruma y les conduce a concebir o idear alguna manera de trastocar estos designios intolerables e inmerecidos.
España, nuestro querido País, vive en la actualidad unos momentos críticos e inaguantables, no solamente por la situación económica y laboral de sus ciudadanos sino también y sin lugar a dudas, por la meteórica subida de la criminalidad que soporta y la delincuencia insostenible de personas que parece venir a nuestros lares, no para trabajar y labrarse un porvenir sino, más bien, para delinquir y alterar la buena convivencia que durante muchos años ha sido santo y seña de nuestro entorno. Es cierto que la delincuencia siempre ha existido y no por eso hay que olvidar. Pero ahora y con mas frecuencia, entramos en una nueva calificación del delito, especialmente por esa inmigración incontrolada y que vulnera los derechos y libertades de la que habíamos gozado hasta hace un tiempo.
Según valoraciones que tiene una base sólida, el 86% de los delitos que se cometen en España, tienen su base establecida en la inmigración ilegal, tanto de Países del Este como de los llegados de Africa y especialmente por los llamados MENA, niños o jóvenes que no tienen otra prerrogativa que no respetar las condiciones de vida de los españoles, violando a nuestras mujeres, robando los móviles a nuestros jóvenes y, en algunos casos, atracando y dejando sin vida a nuestros mayores. Aunque hay que reconocer que todos estos jóvenes que ya superan los 125.000, no todos son malos y muchos de ellos quieren forjarse un porvenir por medio del estudio, demuestra que las estadísticas están para romperlas. Es una realidad que nuestro País se encuentra sometido a un problema desconocido, de dificil solución y que, los que tienen la obligación de tomar decisiones, parece no importarles poner remedio a tan grave episodio.
En algunos de mis escritos anteriores me he referido al nuevo partido político VOX, formación que ha sido calificada por otros partidos como de extrema derecha y que es sorprendente que silencien el extremismo claro y conciso de otras deformaciones políticas como puede ser Bildu o la insostenible postura de los partidos catalanistas, ya que tanto uno como otros solo buscan la descomposición de nuestro Estado, manifestando claramente que ellos buscan la separación de España por medio del independentismo y su desvinculación, aunque para ser apoyados económicamente, siempre están predispuestos. No podemos desvincular a los mismos de situaciones conflictivas por medio de escraches, agresiones, vulneraciones y una numerosa participación en manifestaciones agresivas con la rotura de contenedores, cajeros de los Bancos, quema de neumáticos y agresiones a miembros de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Son de gran importancia y que ya debían de tener una contestación judicial, las manifestaciones de Joquín Torra, el cual no se oculta para decir que volverán a intentar un nuevo referendum, haciendo caso omiso a lo que expresa claramente la Constitución. Otro caso que ocupa y preocupa es que Arnaldo Otegui se pronuncie con total libertad cuando, durante muchos años, dirigió y fue el ideólogo de la Banda terrorista Eta. Es curioso que la Memoria Histórica sea tan importante o más que lo muertos y heridos por las acciones que protagonizaron y que aquella tuvo tanta demencia por ambos bandos. Los etarras utilizaron bombas, pistolas y cometieron muchos estragos mientras los españoles utilizaban la palabra. Pero Otegui, hoy día, es un ser admirado por la chusma del imperativo legal.
VOX solo ha utilizado la palabra sin menospreciar a nadie pero llamando a las cosas por su nombre… ¿De dónde sale esa calificación de que es un partido de extrema derecha? Es una auténtica felonía los comentarios que se vierten sobre este nuevo partido que solo piensa en la unidad de España, su primera y principal condición que algunas mentes enfermas quieren poner en entredicho. Vox crecerá porque la población española lo requiere, aunque quizás deba controlar su cometido en determinadas acciones que, en la actualidad, muchos ciudadanos no entienden pero que seguramente, en un futuro no muy lejano, podrán poner sobre la mesa su malentendida identidad, en defensa y el futuro de la españoles.