El silencio copa su obra por primera vez. Acostumbrado a estar con un instrumento en mano y a usar su voz, Josemi Romero, vinculado al carnaval de Ceuta, se ha decantado por él en esta ocasión.
Estrena su faceta literaria en público. Lo ha hecho a través de ‘Notas calladas de una guitarra sin cuerdas’, un nombre que le viene como anillo al dedo.
Las páginas abordan un conjunto de relatos donde ahonda en su fuero interno, en sus experiencias o en sus ideales.
- ¿Cómo decidiste lanzarte a la piscina y publicar un libro?
- Llevo muchos años escribiendo coplas de carnaval, es decir, redactando textos para ser cantados. Lo cierto es que tenía esa inquietud y ese sueño de publicar, en un principio, una novela.
Todo se fue complicando, en parte, por el tiempo que le dedico a la comparsa y por las exigencias que enfrentamos en el concurso de Cádiz. No nos están yendo bien las cosas por allí en los últimos años.
La fui dejando un poquito aparcada. Así, de una manera u otra, empecé a escribir relatos cortos. Sentía que era un formato muy parecido al que hago en el carnaval. Resume una historia o lo se quiera contar en un minutito y medio. Este género me vino muy bien. Me fui aficionando hasta que, cuando me di cuenta de que tenía una colección bastante importante, decidí publicarla.
Este era un sueño que tenía. La gente que suele escribir para cualquier cosa. Aparte, suele serlo para los que somos muy lectores. Al menos, coincido con eso con la gente que me rodea y que conozco.

- ¿Por qué notas calladas y no otro título?
- Precisamente por eso. Estoy acostumbrado a que me canten las coplas, a tener como herramienta una guitarra; a que esas letras tengan un sonido.
Cuando me decido hacerlo sin ella, lo más fácil era callar las cuerdas, quitárselas y no salir de mi zona de confort. Así, mantengo esa herramienta cerquita, para que me sienta cómodo. Es por eso por lo que la imagen de la guitarra tenía que estar cerca del libro.
- Siempre te han reconocido en la música, pero, ¿qué puede encontrar el lector en esta publicación que aún no haya visto en ti?
- Quizá, en esta ocasión, me he desnudado un poco más de lo que me permiten las coplas de carnaval. Hay que tener en cuenta que en la comparsa se compite, se busca tocar temáticas originales o las que se sabe se van a ser más puntuadas que las del contrario.
Ahora no ocurre esto. No he tenido nada que me frene o condicione. Al igual que me pasa en Carnaval, lo he hecho sin pelos en la lengua, diciendo lo que pienso y lo que siento.
- ¿Hay algún relato al que le tengas especial cariño?
- Hay varios. Quizá porque son más míos y son con los que me siento más identificado, pero hay uno en especial. Se titula ‘Pepe’. Es un monólogo de mi madre. Es imaginario, evidentemente, pero es algo que sé que es muy real.
Es uno que creo que gusta. Incluso a gente que lo ha leído dice que es uno de los más entrañables.

- ¿Qué te ha inspirado más allá de tu familia?
- Cualquier cosa. Cualquier denuncia social que quiera hacer. Soy de una ideología. Soy una persona muy de izquierdas. Llevo por bandera también la lucha por la memoria histórica y por el feminismo. Todo eso, al igual que en el Carnaval, lo he ido metiendo también aquí. Le he ido buscando sitios, una historia y un hueco en el que decirlo.
- Normalmente te expresas a través del Carnaval, ¿qué influencia ha tenido en el libro?
- Ha tenido muchísima. La ejerce en mi vida diaria, no solo en el libro. El Carnaval es una parte de mi vida. Empecé en esto con ocho años. Era muy jovencito y salía en agrupaciones que dirigía mi padre. Más tarde, con el tiempo, comencé a hacer letritas y a componer música.
Se podría decir que llevo más de media vida en esto. Al final, mis hijos, mis amigos y mi trabajo han nacido o han salido alrededor del carnaval, de febrero y de las coplas.
- ¿Cuándo surgió esa faceta literaria?
- Lleva mucho tiempo rondándome por la cabeza. De hecho, tengo una novela empezada, bastante avanzada incluso. No le voy a poner fecha porque no sé para cuándo estará, pero saldrá también a la luz. Desde muy temprano ya era muy aficionado a la lectura.
Siempre he escrito, de una forma u otra, andaba haciendo textos, relatos y poesía. Hay poemas en el libro. He hecho cosas y he colaborado en prensa. He estado liado con este tema porque, en realidad, me gusta el hecho de poder expresarme. Quizá no soy una persona que hablando lo haga con tanta soltura como con la que tengo al escribir. Me siento muy libre y cómodo con un boli, más que con la palabra.

- Sé que el libro está en proceso, pero ¿podrías desvelar algo sobre él?
- Se llamará ‘La Máscara de los Dragones’. Contiene un poquito de todo. Hay un poquito de carnaval. Siempre tiene que estar cerca. También de masonería. Hay mucho detrás. Creo que va a ser muy misteriosa, muy aventurera y muy chula. Muy golfa también.
- El sueño ya está cumplido. Estás inmerso en esta novela, pero, ¿te planteas continuar en esta línea? ¿publicar más?
- No lo sé aún. Tampoco me pongo metas o una fecha para el otro. Las cosas irán surgiendo. El siguiente proyecto, además de mi comparsa y de mis cosas, es esta novela. ¿Por qué no?
Si veo que no me faltan ideas y tampoco tiempo, puedo continuar haciéndolo porque es algo que me fascina.





