Que salte un aficionado al terreno de juego con la clara intención de agredir, acto que consumó, a un jugador lo ha considerado el Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol como una falta grave sancionada con 500 euros de multa.
Una sanción única y exclusivamente económica para el Irefrank Elche CF por los “incidentes de público graves”, acaecidos el pasado en el pabellón ‘Esperanza Lag’ durante la disputa del Irefrank Elche CF y la UA Ceutí de la Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol sala.
En ese partido, un espontáneo saltó desde la grada del ‘Esperanza Lag’, cuando el resultado en el marcador era favorable a los locales por 2-1, cruzó la pista y empujó por la espalda al capitán del Ceutí, Ismael, que acababa de encararse un contrario después de que este le propinase un golpe.
El capitán del Ceutí, Ismael, ya no pudo volver a participar en el partido, algo que el Juez de Competición no ha tenido en cuanta a la hora de sancionar al club ilicitano.
Tal y como refleja el Código Disciplinario de la Real Federación Española de fútbol, en el artículo 139,en el apartado 3º, punto A: “ Tendrán asimismo la consideración de faltas graves y se sancionarán con multa de hasta 3.000 euros, pudiéndose apercibir de clausura, total o parcial, del terreno de juego e incluso acordar ésta por un período de uno a tres encuentros o hasta dos meses, y sin perjuicio de las indemnizaciones que procedan: los incidentes de público en general y el lanzamiento de objetos a las instalaciones y superficie de juego, en particular, que perturben de forma grave o reiterada el desarrollo del encuentro, provoquen la suspensión transitoria o definitiva del mismo o atenten a la integridad física de los asistentes”.
Pese a que el acta de los colegiados del encuentro Quintero Carrión y Lázaro Angulo reflejaron en el acta la agresión algo que no ha considerado el Juez Único de Competición.
El juego estuvo detenido durante unos quince minutos, el tiempo que se requirió para que hiciese acto de presencia la Policía Local de Elche en el ‘Esperanza Lag’ y cuando lo hicieron el agresor ya no se encontraba en el reciento deportivo. El pabellón solo contaba un vigilante de seguridad.