Un
guardia civil ha multado con 260 euros a un conductor de la línea 7 de autobuses urbanos (la de la
frontera de Ceuta) por conducir de forma “negligente” causando una situación “de peligro” para sí mismo y los demás ocupantes del vehículo, así como al resto de usuarios de la vía. En la sanción, a la que ha tenido acceso este periódico, el agente explica que el autobús llevaba “pasajeros sobrepasando” el puesto del conductor y “apoyados en las puertas”. Los hechos denunciados por el agente ocurrieron en la
carretera de la frontera (N-352), en las inmediaciones de la rotonda de la Almadraba, en sentido
Marruecos. Según ha podido saber El Faro de Ceuta, el guardia civil realizó una primera advertencia al conductor acerca del “riesgo” de transportar a ocupantes de pie invadiendo estas zonas del autobús. En una segunda vuelta, según las mismas fuentes, el agente procedió a interponer la sanción de 260 euros, susceptible de una reducción del 50 por ciento. Por su parte, Manuel Cuéllar, director gerente de
Autobuses Hadú-Almadraba, precisó que el autobús de la multa llevaba a un señor de pie en la parte antes de llegar al torno. “Perfectamente puede ocupar ese sitio”, indicó Cuéllar en relación al pasajero, “porque toda la plataforma del autobús es utilizable”. Además, añadió, la documentación del vehículo especifica el número de plazas para ir sentados y de pie. Por tanto, concluyó el responsable de la concesionaria, “los pasajeros pueden ir ahí de pie, lo que no pueden es ir sentados con la espalda reposada sobre el cristal ni invadir la cabina del conductor”. De hecho, agregó, tiene asideros homologados por ese motivo. El argumento de que en la N-352, a partir de Miramar hacia la frontera, todos los pasajeros tienen que ir sentados al tratarse de una carretera nacional tampoco es válido para Cuéllar porque “todo es zona considerada urbana”.
Cortar la línea de la frontera y Benzú como protesta
Los conductores sopesan la convocatoria de una protesta que consistiría en cortar el servicio a la frontera. En las mismas condiciones que la línea 7 estaría la de Benzú, es decir, que retirarían los ‘coches’ y dejarían a la barriada desconectada del resto de la ciudad, pusieron como ejemplo. El presidente del Comité de Empresa, José Antonio Blanco, que este viernes estuvo de inspector, pasó toda la tarde en contacto con Cuéllar dándole cuenta de estos hechos. La empresa telefoneó a la Delegación del Gobierno y a la Comandancia de la Guardia Civil porque los conductores de los autobuses se sintieron este viernes “perseguidos” durante su ruta por una patrulla de la Benemérita “que buscaba un resquicio para multarles”. Unos problemas que, aseguran, se repiten desde hace un tiempo.