Pepe es el pequeño de 11 años de edad que se vio afectado por la caída de un banco en la plaza de los Reyes, en Ceuta, la semana pasada. Ahora se recupera del accidente en muletas aunque según comenta su madre, Silvia Puerto, “gracias a Dios todo quedó en un susto y no se ve que haya rotura en la pierna”.
Era un tranquilo día cuando Silvia recibió una llamada avisándole que había ocurrido un accidente en este céntrico emplazamiento. “Me llamaron sus amigos y mi hija diciéndome que se había caído uno de los bancos de plaza de los Reyes”, explica.
“Como mi hija estaba muy nerviosa no podía explicar bien qué había ocurrido, entonces una chica, Cristina, cogió el teléfono y me contó todo lo ocurrido y que a Pepe se lo llevaban para el hospital porque se había visto afectado por la caída de este banco. Le habían estado tomando las constantes vitales y no había ningún problema, era solo por precaución”, relata en una entrevista con El Faro de Ceuta.
Rauda se dispuso a acudir a la Plaza de los Reyes para acompañar a su hijo hasta el centro sanitario donde se verificó que no había ocurrido nada grave y que su hijo se encontraba bien.
“Por suerte se ha quedado todo en un susto y en principio solo hay que lamentar una magulladura, porque los médicos en el hospital nos dijeron que no se veía rotura”, explica.
Unas muletas que sirvieron de palanca
Una situación que, según cuenta, podría haber sido “muchísimo peor” pero gracias a la colaboración ciudadana y a las muletas de su amigo Javi pudieron retirar rápidamente el bloque que había dejado su pierna atrapada. “Ha sido un milagro”, resalta Silvia, “porque las muletas hicieron de palanca y evitaron que hubiera que lamentar males mayores”.
Ahora, más tranquila, comenta que en una primera observación no se apreció rotura ósea ni ningún daño y que, por ahora, ha quedado todo en un susto. Además, añade que su hijo está bien aunque quieren que se le haga una segunda exploración para ver si pueden quitarle la escayola ya que no había fractura.
“Aunque no podemos verle la pierna entera por la escayola yo me preocupo de ver si tiene sensibilidad y le toco los dedos de los pies y me dice que no tiene problema”, destaca, confiando en que todo continúe igual y “salga bien”.
En cuanto a la Policía, comenta que en el momento de los hechos estos le indicaron que ya habían realizado el pertinente atestado y que podía acudir a relatar los hechos cuando pudiera, cosa que hizo adjuntando el parte del hospital.
La clave de este auténtico “milagro”
El “milagro”, como Silvia lo denomina, llegó gracias a la ayuda de las muletas de Javi, uno de los amigos de su hijo, que había sido operado hace unas semanas de la pierna y tenía que portarlas. “Gracias a ellas se pudo hacer palanca y por eso no hubo que lamentar males mayores”, relata.
Unas muletas que quedaron destrozadas provocando que el chico no tuviera la forma de desplazarse pero que, gracias a una mujer que se encontraba en el lugar de los hechos, fueron reemplazadas.
Gesto que la madre de este pequeño, María Bohórquez, no ha querido dejar escapar y ha agradecido públicamente a través de este medio enviando una carta al director ya quiere encontrarse con ella en persona para tener la oportunidad de darle las gracias por entregársela sin esperar nada a cambio.
Así de cuidado está todo. Es lo que hemos querido, cuatro años más de "eficacia" y "cuidado por lo público", salvo casos puntuales como siempre