El senador designado por las Cortes Valencianas Carles Mulet (Compromís) ha registrado este viernes una pregunta por escrito dirigida al Ejecutivo de Pedro Sánchez en la que alerta de que el
discurso pronunciado este jueves en el
acto de la Inmaculada por el general segundo jefe de la
Comandancia General de Ceuta (COMGECEU), Fernando Rocha, fue en algunos trozos “una adaptación, en algunos tramos literal y en otros claramente inspirado cambiando simplemente palabras, de uno del genocida Francisco Franco” fechado en 1931 en Zaragoza. “Es un nuevo ejemplo de cómo el franquismo continúa bien presente en
ciertos estamentos militares: ¿Qué propuesta tiene el Gobierno”, ha interpelado Mulet, “para que los discursos de Franco dejen de inspirar a militares como el general segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta y que sus referentes sean democráticos?”. Más allá de las “continuas faltas graves de ortografía y puntuación” que el senador ha encontrado en el texto leído por Rocha, a Mulet también le ha llamado la atención que reciclase “párrafos enteros” de ediciones anteriores de la misma conmemoración de la Patrona de Infantería.
Similitudes de las palabras de Rocha en 2022 con otras de Franco de 1931
A su juicio “el problema” está más en las similitudes de las palabras de Rocha en 2022 con otras de Franco de 1931. Literalmente, el general ha dicho este jueves en García Aldave: “Disciplina, nunca bien definida ni comprendida ...DISCIPLINA tenemos que mantener a pesar de que no estemos de acuerdo con la orden que se nos da ... aunque pensemos que nuestro Jefe se ha equivocado y creamos que se debería hacerse de otra manera .... Ahí está su verdadero valor .... Cuando la mente nos aconseja lo contrario de lo que se nos manda ...y acatamos la orden!!”. “Este párrafo, ni más ni menos, es una adaptación en tramos literal y en otros claramente inspirado cambiando simplemente palabras, de un discurso del genocida Francisco Franco” que Mulet reproduce en su iniciativa: “¡Disciplina!..., nunca bien definida y comprendida. ¡Disciplina!..., que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!..., que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos. Este es el ejemplo que os ofrecemos”.