La Guardia Civil está haciendo un esfuerzo importante para incorporar a un mayor número de mujeres a nuestras plantillas. En la actualidad son un 7% del conjunto de la Guardia Civil, mientras en el Cuerpo Nacional de Policía están en torno al 12%. Estos son los números, lo que no sabemos son las razones que nos llevan a tenerlos.
Las causas pueden ser muy numerosas y, según desde donde se trasladen, pueden ser más o menos acertadas o pueden estar cargadas de subjetividad. Es difícil enumerarlas, pero la dificultad en poder conciliar la vida laboral y familiar es una de ellas. Eso es lo que me dicen muchas compañeras, pero hay más razones.
Los guardias civiles “hombres y mujeres” somos los únicos policías españoles que no tenemos implantados los turnos de trabajo y esta carencia de turnos imposibilita la conciliación de la vida familiar y laboral, porque el guardia civil desconoce qué servicio tendrá para poder organizar cualquier tipo de actividad familiar. Una falta de turnos que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones a la Dirección General, pero todavía sigue en estudio.
La posibilidad de ser destinadas a pueblos pocos habitados y lejos de ciudades con los servicios básicos es otro de los impedimentos que suelen trasladarnos las compañeras, sobre todo cuando son madres, porque hay pueblos que carecen de guarderías y otros servicios necesarios para la educación de los hijos. Una falta de servicios que se agudiza si consideramos que las compañeras pueden trabajar de mañana, tarde o noche y, por tanto, esta diversidad de horarios dificulta encontrar a una persona que pueda ocuparse de la atención de los menores cuando las compañeras están de servicio.
Estas son las principales razones que nos trasladan nuestras compañeras, compartidos en menor medida por nuestros compañeros y, por tanto, la Dirección General de la Guardia Civil debe hacer un esfuerzo en remover los obstáculos que imposibilitan una mejor conciliación familiar y laboral de las mujeres y hombres de la Institución.
En la última oposición se presentaron 26.835 para conseguir una de las 2.091 plazas para la escala de cabos y guardias de la Guardia Civil y, en esta ocasión, 7.387 mujeres opositaron para obtener una plaza, es decir, un 27,5% del total, la mayor cifra de mujeres que se han presentado desde que se incorporaron a la Institución. Una cifra que refleja el esfuerzo que se está haciendo en trasladar a las mujeres la oportunidad de ingresar en la Guardia Civil, pero no es menos cierto, que ese esfuerzo no se está trasladando en implementar la turnicidad en las Unidades, sobre todo, en unidades lo suficientemente numerosas para implantarlos.
En unos días se celebrarán las elecciones al Consejo de la Guardia Civil. Unas elecciones en las que todas las asociaciones coinciden en la necesidad de implantar la turnicidad y acabar con otra de las discriminaciones que venimos soportando. Y, sobre todo, será un incentivo más para que las mujeres se decidan a opositar a nuestra Institución.