La
barriada del Príncipe, en Ceuta, sigue conmocionada por la
muerte de su vecino Abdeselam, el churrero. Un trabajador, un “hombre educado y querido por todos”, cuenta una vecina, que
perdió la vida en la noche del lunes de una bala en la cabeza. “Era como de la familia”, añade. Al fallecido lo conocían en el Príncipe por su trabajo en el local de hamburguesería-churrería ubicado en el zoco. Esa noche estaba haciendo sus labores cuando un individuo comenzó a efectuar disparos en el zoco. Uno de ellos lo mató, sin que nada pudieran hacer por su vida los servicios sanitarios de urgencias del Hospital de Loma Colmenar, a donde fue evacuado rápidamente.
En el barrio, 24 horas después del crimen, hay indignación y rabia. Y la hay porque en la conciencia colectiva anida ese temor a que, cualquier día, algo así le puede suceder a cualquiera. Esa noche fue Abdeselam el que recibió el impacto en el rostro, pero podía haber sido cualquier otro vecino.
La Policía maneja identidades de sospechosos, pero tiene que dar con el grupo de entre 3 y 4 personas que huyeron tras la muerte en dirección a Arcos Quebrados, tapando sus rostros.
Uno de ellos es el que portaba la pistola con la que irrumpió en el zoco a disparos. Una de esas balas alcanzó de lleno a este trabajador “que siempre estará en el corazón de todos”.
La Policía trabaja en la localización de testigos para armar la investigación
El CNP trabaja desde la noche del crimen en tratar de dar con los implicados, que siguen ocultos. Las batidas se llevan a cabo de forma intensa y sin descanso, mientras los vecinos piden justicia y no descartan de hecho solicitar la realización de una
manifestación.
La asociación de vecinos del Poblado Regulares ha apoyado a la asociación del Príncipe en sus denuncias, puntualizando que no solo el clima de inseguridad se está produciendo en ese barrio, sino que se extiende a toda la zona de Los Rosales, Claudio Vázquez y el propio Poblado. Reclaman más presencia policial y en muchas ocasiones han pedido que se reactive la comisaría cerrada hace años al objeto de disponer de al menos un punto base con agentes.
La noche del lunes mataron a Abdeselam, pero hay precedentes de más situaciones extremas que convierten a este lugar en un foco de inseguridad. Hay tiros, hay sujetos violentos que consumen pastillas y que tienen armas, que efectúan disparos y que atracan. En la barriada vive gente respetable que teme volver a casa de sus trabajos o salir de la misma de madrugada. No están seguros en un barrio en el que quieren vivir en paz y en el que temen por sus hijos, que cualquier día una bala perdida los alcance.
Poblado Regulares apoya al Príncipe y pide la reactivación de la vieja comisaría
Hay mucha indignación, la misma que se palpaba poco después del crimen, cuando el entorno del hospital estaba lleno de amigos, familiares y vecinos del fallecido, confiando en obtener las buenas noticias que no llegaron.
La Policía Nacional abrió la investigación al momento, cerrando la barriada del Príncipe contando con apoyo de unidades de la Policía Local al objeto de evitar contaminación de pruebas y para intentar dar con los criminales. De igual manera se avisó a la Guardia Civil.
La Policía trabaja en contar con manifestaciones de testigos de los hechos para armar la investigación, algo determinante para terminar con la detención del autor material y quienes le acompañaron ante un juez.
Consternación, indignación y mucho malestar es el que hay en una barriada que quedó sobresaltada por este crimen, el perpetrado contra un trabajador cuya muerte se produjo de forma violenta al recibir el disparo en la cabeza.