Tras conocerse que un residente del CETI de Ceuta se ha quitado la vida en los alrededores del centro del Jaral, la asociación Elín y No Name Kitchen han expresado su "dolor, impotencia, indignación y rechazo" además de exigir que se frenen las expulsiones de estas instalaciones de estancias para inmigrantes.
Moussa Sylla, como se llama el fallecido, había sido expulsado del centro "al menos por un mes, lo cual le dejó sin posibilidad de alojamiento ni alimento", han denunciado estas ONG. Además, añaden, no es la primera vez que se expulsa a un residente como medida sancionadora.
Elín y No Name Kitchen exigen que nunca más se vuelva a expulsar a ningún residente del CETI como medida sancionadora y que se establezcan protocolos y medidas socioeducativas ante situaciones de "incumplimiento de las normas de convivencia internas".
Ambas asociaciones demandan que se establezcan y garanticen medidas y recursos psicosociales dentro del CETI que aseguren un acompañamiento psicológico y social integral para todas las personas residentes que lo necesiten, teniendo en cuenta que estas personas han pasado por experiencias "muy violentas y, en muchas ocasiones, traumáticas".
Estas dos ONG reclaman que las administraciones públicas garanticen la existencia de recursos de acogida y alojamiento dignos para las personas que se encuentran en situación de calle en la ciudad de Ceuta.
Por último, instan a que se depuren responsabilidades y que se tomen medidas para reparar los daños causados a la víctima y a su familia.
Estas entidades esperan que las administraciones competentes tengan en cuenta estas exigencias para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y que se respeten los derechos y la dignidad de todas las personas.
Ante la situación de bajas temperaturas y la "falta de alternativas", este joven, que se quedó en las inmediaciones del CETI, "solicitó en varias ocasiones acceder de nuevo al centro y en todas las ocasiones se le negó el acceso. Recalcamos que una persona que reside en el CETI carece de medios propios para poder subsistir fuera del centro", según la información recabada por estas entidades a partir del testimonio de compañeros de Moussa Sylla y de los medios de comunicación.
Por ello, Elín y No Name Kitchen consideran que la expulsión no es una medida "adecuada" a la realidad de estas personas.
Ante casos de incumplimiento de las normas internas de convivencia, estas asociaciones defiende que es fundamental que se tengan recursos y alternativas psicosociales y educativas que ayuden a las personas "a cambiar estos comportamientos y evitar situaciones como la que hemos vivido. La expulsión no es una solución".
Además, estas ONG quieren señalar la "inexistencia" de recursos y alternativas de alojamiento para las personas que quedan "desamparadas y en situación de calle", una realidad que vienen denunciando desde hace años y a la cual, hasta el momento, "no se le ha dado ninguna respuesta".
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