El Centro Dramático de Ceuta representará el próximo 22 de abril la obra La Muerte y la Doncella, en el Teatro Auditorio del Revellín. El libreto está ambientado en la Chile marcada por la represión del dictador Augusto Pinochet
Un recorrido "espeluznante de dolor, venganza, memoria y crueldad", creado por el autor chileno Ariel Dorfman en 1990.
Fue llevada a escena al año siguiente en el Royal Court Theater de Londres. También se representó en Broadway, meses después, con la dirección de Mike Nichols y
ontando con un reparto de lujo: Glenn Close, Richard Dreyfuss y Gene Hackman.
Polanski, hizo una película con la gran actriz Sigourney Weaver y Stuart Wilson, destacando la gran interpretación de Ben Kingsley Paula Salas y Gerardo Escobar son un matrimonio sin hijos, de mediana edad.
La acción se desarrolla en una casa solitaria en la costa, en Chile. Han pasado unos quince años de la dictadura de Augusto Pinochet.
"A Ariel Dorfman, el autor, le bastan cuatro paredes, un decorado construido expresamente, para que la angustia se convierta en pavor. El suspense va transformándose en una terrorífica agonía, cubierta de sudor, sexo, sangre y violencia", destacan los representantes del Centro Dramático de Ceuta.
El autor no necesita más golpes de efecto que "esa oscuridad sobrevenida en una noche tormentosa y las interpretaciones de Carmen Jordá, que es una gran actriz".
Interviene esta en un papel que debe exponer "el máximo rencor, aunque sin olvidarse de cierta contención".
También intervendrá el actor Quique Bajo, quien "ha de ofrecer lo máximo de sí mismo, en su papel de falso culpable, o no, ustedes mismos dirán".
Encarna en su caso al doctor Roberto Miranda. Un médico que lee a Nietzsche y escucha a Schubert. Y también tiene mujer y hasta dos hijos. "El resto está por ver", concluyen los miembros de la compañía, tratando de mantener el suspense.
Completa el reparto Joaquín Morón, en el papel de Gerardo Escobar, abogado y marido de Paula Salas.