Las muertes por ahogamiento en espacios acuáticos públicos en España han ascendido a 246 personas entre el pasado mes de enero y el 15 de julio, según el informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFSS), que advierte de que 2017 es el peor año en el último trienio. Uno de los casos se ha producido en Ceuta, en donde se incluye el fallecimiento del ciudadano de Estonia cuyo cuerpo fue encontrado flotando en el mar, aunque esta muerte no se produjo por ahogamiento sino por un cuadro de indisposición previa. El informe de Investigación Nacional de Ahogamientos, que elabora la RFSS y ayer fue presentado, revela que este año se han registrado ocho muertes más que en 2016 y 79 más que en 2015, lo que confirma la tendencia al alza de las muertes por ahogamiento en el medio acuático. La responsable del informe de investigación, Jessica Pino Espinosa, ha afirmado que solo en lo que va de julio de este año son 36 las personas que han perdido la vida ahogadas en espacios públicos acuáticos. Esta cifra es una de las peores registradas por esta investigación que lleva a cabo la federación desde 2015, sólo por detrás del mes de julio de 2015, cuando 40 personas murieron ahogadas. Según el informe, el perfil de la víctima por ahogamiento en España es el de hombre (81%), de nacionalidad española (75 %), mayor de 35 años (70 %) y que, en un 50%, fallece en una playa.