Por supuesto, que la división entre ciudadanos comunitarios y no comunitarios no ha sido una reforma realizada por gusto desde la Consejería de Presidencia y se ha puesto en marcha con la propia recomendación de los mismos responsables del área de Estadística, después de muchos años al frente de la misma y con una experiencia importante. Se considera que aunque el grupo de ciudadanos comunitarios es mucho más amplio que el de no comunitarios, los graves problemas con los que se encuentran a la hora de proceder al empadronamiento o a la denegación del mismo está en el grupo de no comunitarios y como es lógico de manera más importante procedentes del vecino país marroquí.
Fuentes del Gobierno autonómico han señalado a esta redacción que existe mucha casuística entre los ciudadanos que no pertenecen a países de la Unión Europea y que desean ser empadronados en nuestra ciudad. En realidad se abre toda una picaresca que desde el mismo ejecutivo de Juan Vivas está preparada a la hora de si algún partido de la oposición pregunta en el pleno por el propio retraso existente en el área de Estadística y que con el reforzamiento del personal se pretende que la agilización sea lo máxima posible.
Por supuesto, existe una inspección pormenorizada de todos los datos que se ofrecen por las personas no comunitarias en este caso que de manera principal utilizan el engaño a la hora de señalar el domicilio en el que residen en Ceuta, porque luego los agentes de la Policía Local se presentan en el mismo y allí no viven estos ciudadanos.