En una tarde de ventisca, fría y oscura por el atardecer de un día de Enero de 2011, cuando me disponía para hacer un rato de oración, sobre
Que la carne Sacrosanta de Jesús, sería en la Pasión, no solo llagada, sino también Desgarrada y Despedazada: “Por la causa de nuestras Iniquidades”, dice fue llagado y despedazado por nuestras “maldades”. Para dar a su justicia, mas cumplida satisfacción y hacer comprender a los hombres la Malicia del “PECADO”. Quiso el Eterno Padre, que su hijo fuese Despedazado y llagado por los azotes. Por esto prosigue diciendo el Profeta: y quiso el Señor Consumirle con trabajos. De suerte que el cuerpo Bendito de Jesús, como cuerpo de leproso debía cubrirse de llagas de los pies a la cabeza. ¡Y aún así! Nuestros caminos continúan cada vez mas perversos y nuestros corazones se han congelado, convirtiéndose en témpanos de hielo por la “codicia del Pecado”.
Los gobiernos enfurecidos, se han desenfrenado promulgando leyes adversas y destructivas, en todos los campos de la moral de nuestra fe y costumbres enraizadas desde el nacimiento mismo de los pueblos, y muy particularmente el de España. Semejandonos a las fieras devoradoras de la selva, con instinto de matar, porque las consciencias ya fueron adormecidas, por el espíritu del Diablo, por la maldad suicida ¡y las matanzas de tantos niños indefensos que sacrifican a diario en el seno materno de sus Madres! con diversas técnicas y formas de criminalidad, que son escalofriantes el pensarlas.
De todo ello hemos de rendir cuentas en el juicio final, porque para Dios no hay muertos, todos estamos vivos, ante su presencia, y seremos juzgados toda la humanidad por el Padre Eterno.