La Sala de usos múltiples de la Biblioteca Pública del Estado en Ceuta acercará este martes desde las 19.00 horas a los cinéfilos caballas de la mano de Rafa Morata ‘Los Inocentes’ (The innocents), una “maravilla” firmada por Jack Clayton en 1961.
Se trata de “uno de los grandes títulos del cine británico” dirigida por un referente del que el prescriptor ya trajo a ‘El Cine por Delante’ hace dos temporadas ‘Siempre estoy sola’ (1964).
Según Morata, “navegando entre lo lógico y lo sobrenatural, el bien y el mal, la razón y la locura”, el título que ha propuesto para cerrar abril está considerada “la mejor adaptación de la novela de Henry James ‘Otra vuelta de tuerca’, tanto que hay quienes consideran el guion firmado por Truman Capote y William Archibald superior al original”.
“Por una parte, su director, Jack Clayton, autor de una breve pero apasionante filmografía formada por ocho películas a lo largo de tres décadas, quiso permanecer fiel al relato pero, a su vez, puso todo su empeño en mantener un entorno realista donde una calculada e incómoda ambigüedad no deja de estar omnipresente: una institutriz puritana es contratada para hacerse cargo de la educación de dos hermanos huérfanos en una apartada mansión rural en la época victoriana”, disecciona.
Así, “traumatizados por la relación inmoral, apasionada y finalmente trágica que mantuvo la anterior institutriz con uno de los criados, la protagonista está convencida de que aún ejercen una influencia perversa sobre ellos, logrando que sea ella misma quien se erija como el principal peligro para esos niños”.
A ojos de Morata “Deborah Kerr ofrece una sublime e impresionante actuación dando vida a una mujer que vuelca sus represiones, frustraciones, deseos ocultos y tormentos sobre los hermanos, convencida de que escucha voces y presencia apariciones espectrales de aquéllos”.
El director ocultó a los niños actores información sobre el guion para reflejar en sus interpretaciones el contraste entre la inocencia infantil y la experiencia que viven, algo que “logró plenamente”. Por otra parte, se alejó en todo momento “de los clichés del cine de terror gótico, dando lugar a una propuesta no ya innovadora para la época sino para el mismísimo cine actual”.
No son sus únicos alicientes. “La magistral fotografía en blanco y negro de Freddie Francis, en la que destacan una utilización brillante de la luz, acentuada o atenuada, tanto natural como artificial; los planos-secuencia y los primeros planos, es otro de sus puntales”, dice Morata, quien recuerda que “François Truffaut llegó a declarar que ‘The innocents’ era la mejor película de género que se había rodado en Inglaterra tras la marcha de Hitchcock a Estados Unidos”.
A su juicio “no le faltó razón”, ya que opina que “Clayton fue una rara avis en una cinematografía terriblemente fría, poco pasional y habitualmente antipática como la británica”.