Qué le decimos ahora a Mónica Oltra? ¿Cómo le devolvemos su dignidad arrebatada? ¿Volverá a la política o será pasto del ostracismo y la infamia?
Recuerdo el caso Arny. El ‘Caso Arny’ estalló en 1996. Todo empezó en un pub de Sevilla en el que la Policía desmanteló una red de prostitución de menores que operaba en varios locales de la ciudad.
Jesús Vázquez, Jorge Cadaval, Javier Gurruchaga y hasta el juez de Menores de Sevilla Manuel Rico Lara fueron protagonistas involuntarios de la historia tras ser acusados falsamente. El juez declaró: “He comprobado lo que puede sentir la persona que es acusada de algo que no ha hecho y la sociedad ya ha emitido un veredicto”.
Los homófobos se cubrieron de gloria y tal vez celebraron el escándalo por el caso. Mentiras, declaraciones falsas, dinero y todo lo que uno se pueda imaginar fueron montadas para que los cuervos fueran sacando los ojos a personas inocentes.
Jesús Vázquez comentó que su madre no lo pudo resistir cayendo en una depresión que la llevaría a la muerte.
Hoy la prensa ha informado que el juez archiva la causa contra Mónica Oltra al no ver delito en el caso que forzó su dimisión
El instructor dicta el sobreseimiento provisional para la ex vicepresidenta valenciana y para el resto de los investigados por el presunto encubrimiento de abusos a una menor tutelada.
El auto rechaza la práctica de nuevas diligencias solicitada por Vox, que ejerce la acusación popular.
Oltra dimitió como vicepresidenta y consellera de Igualdad de la Generalitat Valenciana el 21 de junio del 2022, tras su imputación por parte de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valencia.
Se revisaron cientos de correos, todo tipo de documentos, declaraciones; ninguna de ellas pudo demostrar que la vicepresidenta del gobierno valenciano estuviera implicada o fuera conocedora de los hechos.
Monica anunció su dimisión con estas palabras: “No voy a ser la coartada para que expulsen a Compromís del Gobierno, es una infamia judicial y mediática que pasará a la historia”.
Acusar sale gratis en un país en el que la justicia española es tan garantista y tiene a gala la presunción de inocencia como un valor democrático implacable.
La derecha, el mismo gobierno valenciano, la opinión pública, los medios de comunicación y hasta yo mismo que escribo este artículo la defenestramos convencidos de que era imposible que Mónica no supiera nada.
Así vamos. Decía Nietzsche que una verdad es una mentira que se repite mil veces, una rueda de embustes, patrañas puestas en escena para que miles de dedos acusadores consigan que Poncio Pilatos vuelva a lavarse las manos.
¿Qué dirán mañana Nuñez Feijóo, Pablo Casado, Carlos Mazón y la cúpula de Vox? ¿Darán una rueda de prensa? ¿Harán un programa especial en la primera cadena en el que intervengan los protagonistas?
No sé si Oltra volverá a la política, lo que sí se que el fango, la mierda, lo pútrido y lo fétido actúa como la lava de un volcán arrasando por donde pasa. Yo, de momento, quiero pedir perdón porque me dejé engañar y soy el responsable. “No dejes que la realidad te chafe una buena noticia”. Así nos luce el pelo.
Esta es la realidad de nuestra sociedad, capaz de destruir personas e ilusiones con mentiras y falsedades, pero existe una cruda realidad que para que esto ocurra se tienen que dar determinados supuestos y es que existan medios e instituciones que ayuden a propagarlos y una sociedad por desgracia inculta e incapaz de pensar por sí misma dejándose pastorear.