La Casa Real marroquí había informado poco antes de que estos indultos, concedidos con ocasión de la Fiesta del Trono, tendrían este año un total de 1187 beneficiarios
El rey Mohamed VI de Marruecos indultó hoy a unos 40 presos condenados por haber participado en las protestas del Rif, pero la medida de clemencia no incluyó a los líderes del movimiento, conocido como "Hirak".
Sí figura entre los indultados la activista y cantante Silya Ziani, de 23 años, una de las figuras más mediáticas del Hirak y cuya detención provocó una oleada de solidaridad en la región norteña del Rif y en todo Marruecos.
Entre ellos se encuentran "un grupo de detenidos que no han cometido crímenes ni delitos graves durante los sucesos de Alhucemas (capital del Rif), en consideración a sus condiciones familiares y humanas".
Actualmente hay detenidas cerca de 200 personas, entre Alhucemas y Casablanca, por su participación de uno u otro modo en las protestas de la región rifeña, la mayoría de ellas en prisión preventiva, y entre ellos su principal líder, Naser Zefzafi, y su núcleo de colaboradores, sobre los que pesan acusaciones sobre graves delitos relacionados con la seguridad del Estado.
Los indultos y todas las medidas de gracia "se rigen por criterios jurídicos", y no descartaron que el caso de Zefzafi y los demás pueda ser revisado en un futuro próximo.
Había una gran expectación en el Rif y en todo el país por la posibilidad de este indulto real, que era una de las principales reivindicaciones del Hirak para detener las protestas, además de otras reclamaciones sociales.
En los últimos días circularon informaciones contradictorias sobre si varios de los detenidos habían solicitado, personalmente o a través de sus familiares, una medida de clemencia al monarca, como suele ser preceptivo para dar curso a los indultos, pero Zefzafi y el núcleo dirigente se negaron a hacer esa petición, declararon a Efe fuentes del "Hirak".
Las protestas del Rif comenzaron el pasado mes de octubre con la muerte de un vendedor de pescado que acabó triturado en un camión de basura en Alhucemas, y continuaron con reclamaciones sociales como carreteras, hospitales y empleos, hasta el punto de convertirse en uno de los momentos más complicados del reinado de Mohamed VI.