La situación en la
prisión de Mendizábal preocupa a los funcionarios de la
cárcel de Ceuta. En especial la que se sufre en el módulo 7 en donde este viernes se vivió una momento de presión que ha llegado al límite. Uno o dos funcionarios tienen que controlar a 125 internos y la balanza está bien claro hacia dónde se inclina. El resultado ya lo pueden imaginar: los funcionarios trabajan con miedo. El viernes uno de ellos fue tirado al suelo, escupido y amenazado de muerte por uno de los presos en una algarada que pudo haber tenido mayores consecuencias. “La falta de personal es increíble y pasamos miedo de verdad”, explican unos trabajadores que ya han expuesto esta problemática en varias ocasiones sin éxito. Esta agresión se enmarcó en un nuevo episodio de descontrol, con presos alterados y con una falta de funcionarios que controlen. En el módulo 7 ya ha habido varios problemas que han salido a la luz pública pero no se adoptan decisiones que calmen los ánimos.
"De gatillo fácil"
Y esto es lo que preocupa entre quienes están entre rejas: amenazas de muerte perpetradas por quienes les advierten que son “de gatillo fácil”, insultos, menosprecio o episodios como este: agresión y escupitajos. Los funcionarios ponen en evidencia otra vez cuál es su estado: no pueden más. Y esto es solo la gota que ha colmado el vaso: en la cárcel de Ceuta falta gente para garantizar la apertura de todos los módulos con personal suficiente y falta también orden. Porque ellos son víctimas pero también lo son otros internos. Los que llegan nuevos son mezclados con otros de condenas por delitos importantes y los intentos de algaradas, los conatos de violencia van a más. “No sabemos a qué están esperando”, lamentan los funcionarios, que no entienden cómo no se adoptan medidas urgentes para paliar esta situación. De momento oficialmente no han trascendido datos sobre la situación extrema de este viernes. El hartazgo es la nota común de quienes consideran que nada ha cambiado desde Los Rosales a Mendizábal.
La versión de la Delegación del Gobierno
La Delegación del Gobierno ha quitado hierro a este asunto y ha explicado que el incidente tuvo como origen una pelea entre dos presos que están aislados. La trifulca requirió que fuesen reducidos para sofocar el problema.