Colaboraciones

El mito de la vida

Ceuta 9 de diciembre

La lluvia nos ha dejado sin que sepamos cuándo la volveremos a ver. Espero que sea pronto. El que no se ha ido es el viento que sopla con fuerza con dirección a Occidente. Es un aire más fresco y persistente que hace poco prudente adentrarse en el bosque ante el riesgo de caídas de ramas, así que que me he subido al Monte del Renegado, más conocido como Monte de la Tortuga. Desde aquí tengo una panorámica completa del Estrecho, desde Tarifa a Cabo Negro. Una ligera neblina, que recuerda a una gasa de tul, cubre el paisaje difuminando y emblanqueciendo las figuras.

El mar guarda reposo permitiendo apreciar su inmensidad. Desde este lugar Ceuta es el faro del Mediterráneo y el vigía del Estrecho. De hecho, estoy sentado en el escalón de entrada a la garita desde la que se divisa todo el entorno.

Los disparos de los cazadores no cesan. Me inquieta este sonido, no quiero pensar en lo que sufrirán las aves y otras posibles presas al escuchar las detonaciones de las escopetas. No entiendo esta cruel afición que disfruta matando en vez de contemplando la diversidad de formas de vida. Buena parte de Ceuta fue declarada “zona controlada de caza”, como si no hubiera otra manera de divertirse menos cruenta y violenta. Pasear por la naturaleza en esta fecha es un riesgo. Por eso me pongo un chaleco reflectante para que no me confundan con una pieza de caza.

En estos días estoy releyendo el libro “Escribir” de Henry David Thoreau. En distintos pasajes insiste en la idea de que su obra era un intento de dar forma a una nueva mitología. Pienso que Thoreau profetizó el advenimiento de mito de la máquina y quiso adelantarse poniendo las bases del mito de la vida. Por este camino siguieron autores como Walt Whitman, Patrick Geddes y Lewis Mumford. Este último pensador tituló, a su serie de libros más importante, “La renovación de la vida”, que concluyó con los dos volúmenes del “Mito de la máquina”. En el epílogo de esta última obra, Mumford esbozó los principios del mito de la vida.

La mitología vital intenta abrirse paso entre el dominio imparable de la megamáquina conducida por el complejo del poder. En este tiempo se discute, al mismo tiempo, del cambio global y de cómo regular la inteligencia artificial que inquieta hasta a los mismos que la han desarrollado y puesta a nuestra disposición de manera irreflexiva.

El dominio de la máquina es cada día más patente en todos los ordenes de nuestra vida diaria. Nos mantiene atrapados en un mundo virtual, mientras se destruye el real debido a la codica de unos pocos y la indiferencia colectiva.

La megamáquina avanza laminando nuestra humanidad, cosificando al ser humano y arrinconando su alma, lo que provoca todo de tipo de desordenes físicos y psíquicos. Una epidemia psíquica, más grave incluso que la COVID-19, se extiende por el mundo provocando depresiones y causando millones de suicidios. Nuestra salud y felicidad depende del hallazgo de un sentido transcendente para nuestra vida, tal y como expuso de manera magistral Waldo Frank. Este sentido no hay que buscarlo fuera de nosotros, sino en nuestro interior haciendo algo tan sencillo como escuchar la voz interior que nos habla durante los sueños y en cada acontecimiento significativo.Para combatir la epidemia psíquica de las que no hablaba C.G. Jung, no hay otra vacuna ni tratamiento que concentrarnos en el proceso de individuación, sobre todo a partir de rebasar la medianía de la vida. Yo cada día tengo más claro que esta tiene que ser mi principal dedicación y no encuentro mejor medio para hacerlo que salir a la naturaleza para percibir, experimentar, emocionarme reflexiona sobre mi mundo interior y exterior. Ambos forman, en conjunción, el “Unus Mundus” de C.G. Jung.

Uno de los placeres sencillos que se pueden disfrutar en Ceuta es tomarse un buen vaso de té moruno contemplando el rostro pétreo del Atlante dormido, la embocadura del Estrecho y sintiendo el fresco viento de poniente masejeando la cara y escuchado el sonido del mar rompiendo contra las rocas sobre las que se asienta la tetería. Al romper las olas se desprende la maresía, el olor a mar, en la que se mezclan el agua, la sal y las algas.

Antes de llegar a la cafetería, he hecho una parada en el mirador de Benzú para contemplar la imponente figura del Atlante dormido. Henry David Thoreau buscó trazos de mitología en su Concord natal y las halló en las tribus indias que habitaron aquellas tierras. Estoy seguro que hubiera disfrutado mucho extrayendo, hasta la médula, toda la mitología que guarda Ceuta. Aquí se encuentran las semillas del nuevo mito de la vida que él y otros grandes escritores y pensadores buscaron, pero no lograron ver germinar. Solo aquí se encuentra la fuente del agua de la vida, capaz de la gran gesta mítica que persiguieron héroes como Gilgamesh, Odiseo, Moisés o Alejandro Magno: conseguir la inmortalidad.

"Al romper las olas se desprende la maresía, el olor a mar, en la que se mezclan el agua, la sal y las algas"

Cuando me dirijo al coche para volver a la ciudad, se me ha acercado un señor mayor de color con las ropas andrajosas que lleva muchos años en Ceuta. Desde hace algún tipo solo se le ve por la barriada de Benzú. Al pasar junto a él me ha ofrecido su mano y se ha presentado como el faraón Tutankamón. Acto seguido me ha indicado que este lugar es el antiguo Egipto y que espera la apertura de las puertas del paraíso. Este comentario me ha sorprendido bastante, ya que la idea de que Ceuta es una puerta a la eternidad es una de mis ideas recurrentes. Todo va a cambiar, me ha dicho, pues el paraíso esta cercano. Le he pregunta quién era yo y me ha respondido que un alemán de Hamburgo.

En el momento de sentarme en el coche y mirar al mar he divisado un enorme carguero de color verde y de nombre “Evergreen” que atraviesa el Estrecho en dirección al Mediterráneo. Evergreen es el título de una obra de Patrick Geddes dedicada a revitalizar las tradiciones y los mitos de su Escocia natal. En algunos de mis escritos he comentado que Ceuta es un “evergreen” por su permanente color verde y por ser el lugar donde al-Khidr custodia la fuente del agua de la vida.

Entradas recientes

SEPE: subvención pública local para contratar desempleados en obras o servicios

En una edición extraordinaria del Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) ha sido…

24/08/2024

Sin preferencia por movilidad reducida para pasar a Ceuta desde Marruecos

Ocurrió en la mañana del viernes. Diego, pensionista de Ceuta con movilidad reducida se ha…

24/08/2024

Clínicas dentales en franquicia. Punto y seguido

Lo que pasó con la Clínica Dentix a nivel nacional puede repetirse con Vitaldent, porque…

24/08/2024

Noche londinense

Mientras muchos observaban la Luna llena, otros aprovechaban las circunstancias de pasar de una noche…

24/08/2024

Las Ceuta del pasado

La intensa ocupación humana de la pequeña península ceutí explica su riqueza arqueológica y, en…

24/08/2024