Finalizado el estado de alarma por la crisis sanitaria (pasado 21 de junio), en todas las parroquias, templos y dependencias de la diócesis se cumplirá convenientemente con la normativa y las medidas de prevención general que dispongan en cada momento las autoridades civiles competentes.
El Obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, levanta la dispensa del precepto dominical y anima a los fieles a la participación en la celebración de la Eucaristía y de la Confesión sacramental. Los párrocos y demás sacerdotes facilitarán el acceso a los templos y el restablecimiento de las actividades pastorales propias, cumpliendo con las medidas de seguridad sanitarias vigentes.
Esta dispensa eximía de la obligación a los fieles que lo consideren oportuno de asistir a la misa, pero "no impide que asistan los que quieran y puedan". A partir de ahora vuelve la obligación de ir a misa los domingos, como estaba predispuesto antes de comenzar el estado de alarma.
Las iglesias están siguiendo una seria de medidas dentro del protocolo de la 'nueva normalidad'. En el caso de la celebración de actos de culto religioso, no se permite el uso de agua bendecida y las abluciones rituales deberán realizarse en casa.
También se contempla que durante el desarrollo de las celebraciones se evite el contacto personal, y quedara directamente prohibido tocar o besar objetos de devoción u otros objetos que habitualmente se manejen. En el momento de dar la "paz" los fieles deberán hacerlo a distancia sin tener que tener contacto con nadie de su alrededor.
Deben llevar la mascarilla de forma obligatoria en el interior de las parroquias, lavarse las manos antes y después de la misa e igualmente deberá mantener la distancia de seguridad en cada uno de los bancos que haya en la iglesia. Comulgar preferentemente con las manos y así evitar algún contacto directo con la boca.
Las puertas de las parroquias estarán abiertas y el aforo estará limitado a las diferentes medidas de las iglesias. La colecta se realizará al finalizar la misa, en el interior de las parroquias siempre habrá gel desinfectante y las pilas de agua bendita estarán vacías. Todas estas medidas se seguirán imponiendo en las iglesias hasta que todo vuelva a la normalidad.