El nuevo ministro francés de Exteriores, Stéphane Séjourné, quiere relanzar la relación con Marruecos, que ha vivido problemas en los últimos años de forma paralela a la mejora de la relación entre París y Argelia. Mientras que su homólogo español, José Manuel Albares, viaja este lunes a Argel, por iniciativa de Ahmed Attaf, para impulsar el deshielo de las relaciones diplomáticas y políticas con Argelia tras casi dos años de crisis.
En una entrevista que publican este domingo el diario francés Ouest France, el polaco Gazeta Wyborcza y el alemán Allgemeine Zeitung, el ministro galo Séjourné señala que el presidente francés, Emmanuel Macron, "me pidió personalmente implicarme en la relación franco-marroquí".
El ministro, nombrado el 11 de enero pasado, señala que ha tenido ya "varios contactos" en ese sentido desde su llegada al cargo y que "ha llegado el momento de avanzar".
Séjourné recuerda que Francia "ha estado a la altura" en el pasado, como por ejemplo con su "apoyo claro" a la política marroquí sobre el Sahara Occidental, que defiende una autonomía en lugar del referéndum de autoderminación defendido por la ONU.
La relación entre Rabat y París se deterioró en los últimos años de forma paralela al acercamiento franco-argelino. Los dos países del Magreb no tienen relaciones diplomáticas desde que Argel las rompió en 2021.
En ambos casos, se trata de países que fueron colonia francesa y que tienen grandes comunidades de ciudadanos residiendo en suelo francés.
Otro motivo fue la divulgación en la prensa, en 2021, de que el Gobierno marroquí había espiado a responsables políticos (incluso al propio Macron) y periodistas franceses usando el programa espía israelí 'Pegasus'.
Un ejemplo de la tensión con Rabat es que la embajada marroquí en París estuvo sin responsable entre enero y octubre del año pasado, cuando Marruecos nombró a la antigua periodista Samira Sitail.
Y tras el terremoto que afectó a Marruecos en septiembre de 2023, el Gobierno de Rabat rechazó la ayuda oficial francesa, aunque sí aceptó la de otros países.
Por su parte, la visita del ministro español Albares será el primer viaje de alto nivel a Argelia después de que, en marzo de 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez mostrara su respaldo a la propuesta del Ejecutivo de Marruecos para la autonomía del Sáhara, lo que provocó el enfado de las autoridades argelinas que retiraron a su embajador y rompieron el Tratado de Buena Vecindad vigente desde hacía 20 años, tal y como publica EFE.
De hecho, este viaje de Albares, de una jornada de duración, será el primero desde que, en septiembre de 2021 visitó a las autoridades argelinas, quienes le confirmaron la continuidad del suministro de gas a España pese a la crisis desatada entonces entre Argelia y Marruecos.
Tras el cambio de postura del Ejecutivo español sobre el Sáhara, en marzo de 2022, Argelia retiró a su embajador y rompió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado en 2002, que regulaba las relaciones entre ambos.
Tras casi dos años de crisis, el pasado mes de noviembre Argelia envió nuevo embajador a Madrid y nombró a un nuevo cónsul general en Barcelona, iniciando así el deshielo de unas relaciones seriamente dañadas pese a las reiteradas declaraciones de las autoridades españolas sobre la buena voluntad y amistad entre los pueblos español y argelino.
De hecho, en enero de este año, y con motivo de la Conferencia de Embajadores en Madrid, Sánchez destacó como una de las líneas estratégicas en política exterior su interés por seguir consolidando la relación con Argelia, al que calificó una vez más de "país amigo".
Pese a este primer paso, el Tratado de Amistad y Buena Vecindad sigue suspendido, aunque las relaciones comerciales han comenzado a restablecerse.
Así, el 12 de diciembre, Argelia anunciaba el aumento del número de vuelos de la aerolínea 'Air Algérie' entre Argelia y España, con la reanudación de dos conexiones semanales entre las capitales de ambos países y el incremento de cuatro a siete rutas entre Argel y Barcelona.
Y entre enero y febrero, la Asociación argelina de Bancos e Instituciones Financieras (ABEF) ha autorizado los trámites para volver a importar productos avícolas y carnes rojas desde España, lo que levanta parcialmente el bloqueo comercial al que Argel tenía sometido a España tras la decisión de 2022 de prohibir las domiciliaciones bancarias, requisito imprescindible para realizar operaciones comerciales.
La decisión bancaria supuso la paralización casi total de las importaciones desde ese país, lo que provocó, en 2023, un fuerte aumento del déficit comercial bilateral, hasta los 6.575 millones de euros, el cuarto mayor déficit bilateral de España, que ha seguido importando productos argelinos, especialmente gas natural licuado.
De hecho, Argelia se situó en 2023 como el principal suministrador de gas en el año, con un 29 del total, seguida de Estados Unidos con casi un 21%.
Todo ello supone, según analistas argelinos, el inicio del fin de esta inédita crisis más que el cierre de la misma, ya que Argelia todavía necesita tiempo y nuevos gestos, coinciden.
Con motivo del viaje de Albares, fuentes diplomáticas han subrayado que el ministro ha defendido “en todo momento” los intereses de las empresas españolas y va a seguir haciéndolo hasta la plena normalización de las operaciones comerciales y la reciprocidad de las conexiones.
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