Mañana miércoles 18 de febrero, a las 11 de la mañana, todo seguirá aparentemente igual en nuestro hospital.
Sin embargo, durante los aproximadamente 40 minutos que durará la eucaristía, enfermeros, médicos y todo el personal del Hospital acompañarán a los familiares y pacientes para juntos iniciar la Cuaresma, igual que en cualquier otra iglesia del país, recibiendo todos al unísono la imposición de una cruz de ceniza en la frente. Como ya viene siendo habitual, el miércoles de ceniza, tendrá lugar en la Capilla del Hospital Universitario de Ceuta, situada en la planta baja del edificio, el acto de imposición de las cenizas por el capellán de la misma, el padre Miguel Tenorio, durante y después de la Eucaristía de las 11:00 horas. Está todo preparado, el pequeño recinto sacro, situado en la zona de culto, en la planta baja del hospital universitario, ya huele a incienso, a flores, y a la vetusta madera de los bancos cedidos por el prior de la Iglesia de San Francisco, el padre agustino Isidro Labrador. Ha confirmado su asistencia, como máximo responsable y representante del Ingesa en Ceuta, el director territorial, Fernando Pérez Padilla. Para comenzar a vivir este nuevo periodo de espiritualidad relevante para todo cristiano, el padre Miguel Tenorio, invita a participar en la celebración del próximo miércoles, a todos los trabajadores del centro, así como a aquellos enfermos hospitalizados que puedan desplazarse a la capilla y a sus respectivos acompañantes y/o familiares. El padre Tenorio oficiará la santa misa a las 11:00 horas, instando a los asistentes a darle un significado verdadero al ayuno característico de estos 40 días previos al comienzo de la Semana Santa. El rito de las cenizas se atribuye a una antigua tradición, que se celebra desde el siglo XI y el simbolismo de la ceniza recuerda a los cristianos la máxima: “Del polvo venimos y al polvo regresaremos”. Sin embargo, cuando se plantea la cuestión de qué significa la Cuaresma para el cristiano, suele prevalecer el sentido de algunas prácticas, como el ayuno, la abstinencia y la ceniza. Frecuentemente, no se ve su auténtico sentido. Este desconocimiento hacen actual la eterna pregunta de Jesús: “¿También vosotros estáis sin entender?” (Mc 7,18). El capellán explicará a todos el significado de la Cuaresma como etapa previa de purificación y conversión, pero insistirá que lo más importante es disponer el corazón y prepararse espiritualmente. Así se vivirá un año más el inicio de la Cuaresma en el hospital, una época de reconciliación, de convivencia íntima con Dios, de ayuno y de conversión. Después de que el sacerdote termine la homilía, se formará una larga fila de personas, muchas en gabachas verdes, blancas o piyamas, ocupando todo el pasillo lateral de la pequeña capilla. Durante la misma, uno a uno, pacientes y personal hospitalario serán signados con la cruz de ceniza en sus frentes, al tiempo que el padre les dirá: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Al salir de la capilla del recinto sanitario, los asistentes a la misa del Miércoles de Ceniza continuarán con su relación habitual de doctores y pacientes, pero sus señas de identidad como cristianos habrán sido, de nuevo, renovadas.