Los viernes son especiales para los usuarios de la asociación Plena Inclusión de Ceuta. Toca ir hasta el Centro Ecuestre Ciudad de Ceuta, para pasar la mañana disfrutando de los caballos, el entorno y la convivencia. Bajo el nombre de Hipoterapia, esta actividad es todo un éxito, tanto por su popularidad entre los participantes de Plena Inclusión, como por los beneficios que, sin darse cuenta, les aporta a estas personas con discapacidad intelectual o del desarrollo el trato con los equinos.
De la hipoterapia no solo se obtienen beneficios físicos, sino que también se aprecian mejoras psíquicas, cognitivas, sensoriales y sociales. Algo, que se nota con solo respirar el buen ambiente que se vive en cada clase con los usuarios de Plena Inclusión. Los participantes se muestran felices, animados y activos. Las ganas lo inundan todo y, mientras les llega el turno de subirse al poni o al caballo, según el caso, las bromas, el reír a carcajadas y los nervios por el paseo dejan constancia clara de que les gusta la propuesta.
Según explica Juanmi Armuña, responsable de Comunicación de Plena Inclusión Ceuta, han retomado la actividad, que realizan en colaboración con la Federación Hípica de Ceuta, hace unos días, después del parón ocasionado por la pandemia. Para hacerlo más personalizado, han creado grupos reducidos de ocho personas y van rotando cada semana para que, así, todos puedan acceder a esta propuesta.
Una actividad que, según Armuña, va dirigida a trabajar la psicomotricidad, aprovechando los innumerables beneficios que reporta a las personas con discapacidad intelectual el estar en contacto con la naturaleza y el trato con los caballos.
Esta iniciativa se suma a las muchas que se desarrollan actualmente desde esta asociación. Hidroterapia en la piscina, talleres, rutas turísticas…, la variedad es amplia y el objetivo es claro: sacarlos de la rutina y estimularlos.
Obtienen beneficios físicos y mejoras psíquicas, cognitivas, sensoriales y sociales
Irene Hoyos es la monitora jefa de Hipoterapia del Centro Ecuestre encargada de trabajar con ellos. Según explica, las sesiones que realizan son tan variadas como entretenidas. Juegos con canasta; circuitos a lomos del caballo; encestar aros en un palo mientras se monta; cepillar a los animales y darles de comer, o aprender las partes del equino son, solo, algunas de las muchas cosas que se hacen los viernes en la Hípica de Ceuta.
Al preguntarles, todos coinciden en el mensaje: les encanta la hipoterapia. Raúl García, matiza que prefiere subirse a lomos del caballo y no a los del poni, aunque “siempre termina ensuciándose la ropa”. Gema María Pérez no duda en afirmar “que se lo pasa bomba los viernes”, pero, matiza, que también le gusta ir a la piscina. Y, Morad Mohamed Ali, hace gala de lo aprendido, relatando con precisión milimétrica todas las partes de un caballo; desde la cabeza, hasta el rabo. Al acabar la sesión, regresan a la asociación motivados, contando la experiencia y despertando en sus compañeros las ganas de que llegue el próximo viernes.
Y es que acabar la semana montando a caballo, respirando aire puro y riendo a carcajadas es, sin duda, la mejor de las terapias para estos ‘jinetes’ tan especiales.
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