Varios miembros del Colegio San Agustín de Ceuta han viajado recientemente hasta Mapiñane, en Mozambique, con un claro objetivo: ayudar a las monjas agustinas que allí se encuentran.
Concretamente, han viajado un total de siete personas, entre las que se encuentran el Padre Alberto, cinco profesores y una chica del grupo joven que actualmente está estudiando Medicina.
Según cuenta el Padre Alberto, “el Colegio San Agustín y las hermanas agustinas de Mapiñane estamos hermanados”. Por eso, todas las actividades solidarias que realizan desde el colegio, como “las jornadas solidarias, día de las familias, Cruz de Mayo solidaria, parte de las colectas del Domund y todo el dinero que se recauda, va destinado a esta comunidad de las agustinas” en Mozambique.
Allí las hermanas tienen una misión y cuentan también con una casa, un colegio con todos los niveles educativos desde infantil hasta bachillerato y ayudan a la parroquia así como “a todo el entorno y toda la gente que hay por aquí”.
Por su parte, desde el Colegio San Agustín “solemos recaudar entre 12.000 y 13.000 euros al año de todas las actividades que hacemos en el curso y se lo enviamos”, explica el Padre Alberto.
Además, cada año, “aprovechamos y hacemos una actividad misionera. Es decir, venimos unos 20 días de misión con la gente que se apunta, hacemos un grupo y tienen esa experiencia misionera”, aunque cada uno debe pagarse su billete de avión.
Durante la estancia en Mozambique, tal y como detalla el Padre Alberto, “lo que hacemos en el día a día de lunes a sábado es levantarnos a las 8.00, tenemos oración en la capilla, a las 8.30 desayuno, de 9.00 a 12.30 hacemos un trabajo... Luego comemos y a las 14.00 retomamos el trabajo hasta las 16.00”. Seguidamente, tienen tiempo libre hasta la hora de la Eucaristía, a las 18.00, a las 19.00 la cena y después un tiempo de convivencia hasta las 21.00 horas, cuando tienen que estar en las habitaciones para dormir.
Y es que, según comenta, aunque “la hora es la misma, la vida solar son entre dos y tres horas adelantados todo. Amanece en torno a las cinco de la mañana”.
Respecto a los trabajos a los que ha hecho referencia anteriormente, este año tienen como objetivo “montar paliotas, que son chozas de madera, para familias que no tienen recursos y no pueden sufragarse nada y todo el material lo pagamos con el dinero que mandamos aquí. El otro trabajo es pintar el internado que está junto a las escuelas”, detalla.
El Colegio San Agustín de Ceuta lleva a cabo la misión a Mozambique cada año es en el mes de agosto como una especie de “voluntariado internacional” que tiene como finalidad “ayudar a la gente de aquí y trabajar”, ya que los edificios construidos se deben en gran parte al dinero que van mandando.
¡Hurra por ellos!¡Gran ejemplo!