El rey Mohamed VI de Marruecos presidió este sábado una velada religiosa en la mezquita Hassan de Rabat para conmemorar el nacimiento del Profeta Mahoma, en un acto que se celebra con mayor aforo que el año pasado tras suavizar las restricciones sanitarias.
En este acto, que fue transmitido en directo por la televisión pública marroquí, los participantes recitaron versículos del Corán y panegíricos dedicados al Profeta Muhammad.
El monarca estuvo acompañado por su hijo el príncipe heredero Moulay Hasan, además de su hermano el príncipe Moulay Rachid y su hijo Moulay Ahmed, y de su primo Moulay Ismael.
En el acto también participó el presidente del Gobierno, Aziz Ajanuch, los presidentes de las dos cámaras del Parlamento, los consejeros del rey, miembros del Ejecutivo y responsables civiles y militares.
Con motivo de esta fiesta, el rey indultó total o parcialmente a 672 presos de diferentes cárceles del país, entre los cuales figuran nueve condenados por terrorismo que manifestaron su arrepentimiento.
El 'Mawlid al Nabaoui' que conmemora el nacimiento de Mahoma es una de las festividades más importantes del calendario musulmán.
Desfile festivo por el 'Mawlid al Nabaui'
La ciudad antigua de Salé, vecina de Rabat, recuperó la popular procesión de velas que se celebra este sábado tras dos años de suspensión por la pandemia, en un desfile festivo al que acudieron cientos de marroquíes para celebrar el 'Mawlid al Nabaui' o el nacimiento del Profeta Muhammad.
El cortejo procesional salió esta tarde desde la puerta histórica de 'Bab Lajmis', entre vítores y aplausos de los asistentes, y recorrió unos dos kilómetros toda la medina de la ciudad corsaria hasta la plaza de los Mártires, en medio de música y cánticos religiosos que entonaban representantes de varias cofradías que participaron en el acto.
El desfile estaba encabezado por representantes de la cofradía Hasounia, organizadores de la procesión, en la que participaron también grupos de música Gnawa y música tradicional subsahariana, además de niños de escuelas coránicas vestidos de chilabas tradicionales que desfilaron con sus tablas.
Los protagonistas de la procesión fueron los 'chumua' (velas), grandes estructuras geométricas en forma de alminar de una mezquita (cuyo peso oscilaba entre 5 y 15 kilos), tapados enteramente con adornos hechos en cera en diferentes colores que alternan el blanco, verde, rojo y amarillo, y que llevaban caligrafías del nombre de Alá o del profeta Mahoma.
Cuatro cofradías en la ciudad
"Llevamos más de 45 años participando en la procesión de velas. Tenemos cuatro cofradías en la ciudad: Sidi Lahsen Aidi Issaoui, Sidi Ahmed Hajji, Sidi Benacher y Sidi Abdalá Benhasun, y cada una de ellas tiene sus propias velas que están presentes hoy aquí", explicó Hamza Aidi, uno de los miembros de la cofradía Issaouia que participa en la procesión.
A lo largo del itinerario, cientos de personas que acudieron al desfile no dudaban en grabar el evento con sus móviles mientras entonaban los cánticos religiosos cantados por los representantes de diferentes cofradías que participaron.
La procesión es una de las principales festividades de la ciudad corsaria que remonta al siglo XVI cuando el sultán saadi Ahmed El Dahbi durante una estancia en Turquía quedó impresionado por una procesión de velas para festejar el nacimiento de Muhammad según Mohamed Kombri, conservador de los monumentos históricos de Salé,
"El sultán pidió entonces a los artesanos marroquíes fabricar estas velas y desde entonces se ha transmitido este oficio por herencia familiar", explicó.
Estrena una semana de festividad
La procesión, según Kombri, estrena una semana de festividad en la ciudad donde las diferentes cofradías que están allí organizan veladas religiosas y encuentros sobre la biografía del Profeta y su tradición.
Esta festividad remite también al islam popular de tradición sufí, una tendencia muy viva en Marruecos donde hay más de 7.000 cofradías repartidas en todo el país con cientos de miles de adeptos.
Unos 1.500 millones de musulmanes celebran cada año el aniversario de Muhammad (que coincide con el día 12 del mes de Rabia I del calendario lunar) en medio de un constante debate entre las diferentes tendencias musulmanas: mientras los sufíes ven necesario conmemorar este aniversario, los salafistas lo consideran un error y "una innovación extranjera".