Aume denuncia que Defensa da pasos para rebajar derechos constitucionales.
Algo tan sagrado, por necesario y humano, como los descansos laborales, están creando más de un quebradero de cabeza entre los efectivos militares, pues, según critica, la Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume), que cuenta con una numerosa delegación en nuestra ciudad, el Ministerio de Defensa planea rebajar “este derecho constitucional”, una circunstancia que, indica, está contemplada en el último pleno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, el denominados Coperfas, de esta legislatura mediante un proyecto que puede crear controversia entre los efectivos castrenses. De tal manera, Aume señala que “muchas han sido las prisas para ‘colocar’ esta orden ministerial, antes de la finalización de la legislatura, para dejar atadas y bien atadas las condiciones abusivas y de explotación laboral de los ciudadanos militares.” “Se pretende una regulación horaria y de jornada laboral con ánimo de no ser modificada inmediatamente y que se mantenga en el tiempo, pues contaría con su reciente aprobación, con el informe positivo del Coperfas y con la participación de todas las asociaciones profesionales”, salvo la de Aume, con representación en el Coperfas. Asimismo, la asociación indica que el proyecto de Defensa “ha tenido un proceso de elaboración muy alejado de las mínimas normas democráticas imprescindibles en un proceso normativo participativo, habiendo tenido un marcado carácter autoritario imprimido por el propio Ministerio de Defensa. Elevado por los cuarteles generales y con el beneplácito de la Subsecretaria de Defensa, el texto ha tenido un paso ‘engañoso’ por el Coperfas”, denuncia. ¿Y en qué afectaría exactamente en el descanso del efectivo el proyecto ministerial? “En resumen”, responde, “se obvian derechos como al descanso y a la conciliación familiar, se trasgreden las regulaciones sobre horarios y jornada laboral establecidos para la Administración General del Estado, no existen compensaciones reguladas a los excesos de horario y de jornadas, no existe previsibilidad y se produce una gran inseguridad jurídica”, detalla, ante la obvia preocupación de buena parte de los efectivos militares, para rematar considerando que “este trato indigno a los ciudadanos militares, como trabajadores, choca frontalmente con los derechos establecidos para el resto de trabajadores, en concreto, con el de el resto de la función pública”.