Son menores, prácticamente adolescentes. Chicos y chicas que son engañados para que pasen pequeñas cantidades de
droga. Se les comunica que nada les va a pasar, que si son sorprendidos en pleno tráfico solo les impondrán como pena una medida de libertad vigilada. Pero es mentira. Les engañan y caen.
La
Policía Nacional dio a conocer ayer la detención de dos menores, dos vecinas de Ceuta. Habían caído en la trampa y se forraron de hachís para embarcar con casi dos kilos y medio. A las dos se les ha condenado ya a 6 meses de internamiento más otros seis de libertad vigilada. Esta es la realidad: si se les sorprende incurriendo en un delito contra la salud pública se les condena con internamiento en
Punta Blanca. Lo demás son falsedades, burdos engaños que las redes que manejan el tráfico de drogas usan para tener personas que les trasladen la mercancía.
Las dos menores que fueron condenadas ayer no son las únicas. En menos de veinte días se ha repetido otro caso similar: otro menor también condenado por lo mismo y penado con medida de internamiento. En los tres casos se repite un patrón similar: fueron engañados, pensaban que portando una cantidad de hachís reducida adosada a su cuerpo iban a evitar la justicia. Pero no es así. Después llegan los lamentos, pero el engaño ya está hecho.
A las dos menores condenadas ayer las sorprendieron agentes de la Policía Nacional adscritos a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana cuando intentaban embarcar desde Ceuta a Algeciras con dos kilos y 400 gramos adosados al cuerpo. La intervención, tal y como ha explicado la Jefatura, se llevó a cabo en el puerto, durante un servicio realizado por la UPR.
Los agentes las vieron en el embarque y ellas empezaron a ponerse nerviosas mostrando una actitud titubeante. Es por ello que los efectivos del CNP procedieron a identificarlas comprobando, en el cacheo, que llevaban droga adosada a la espalda. Quienes portaban la sustancia eran dos menores y el peso de la droga alcanzó los 2,4 kilos.
En la misma intervención se detuvo a dos asturianos, aunque portaban solo 100 gramos de hachís en su poder y 6.000 euros escondidos en los zapatos. Ambos quedaron en libertad.
Los jóvenes identificados como I.A.E., de 33 años, y B.G.I., de 32, que tiene en su historial un delito contra la seguridad vial, no supieron concretar el origen del dinero que portaban pero tampoco les fue intervenido.
Este servicio de la Policía se enmarca en las distintas intervenciones que han llevado a cabo en el puerto, siempre orientadas a abortar el menudeo de droga que intenta ser trasladada en forma de goteo desde nuestra ciudad a la Península. En esta semana la Policía ha detenido a varios individuos que escondían hachís bien adosado al cuerpo o incluso en las suelas de sus zapatos.
El incremento de los controles efectuados en el embarque ha hecho aflorar más casos de tráfico de estupefacientes que están saliendo a la luz y que siguen todos ellos el mismo modus operandi.